Por Rafael Saralegui
Sergio Maldonado planteó sus dudas el mismo viernes 24 cuando el juez Gustavo Lleral dio a conocer los resultados de los informes complementarios de la autopsia al cuerpo de Santiago. «Ahogamiento por sumersión», en un cuadro coadyuvado por «hipotermia», dijo el magistrado en la puerta de la Morgue porteña.
“Tenemos más dudas que antes”, había dicho antes el hermano mayor del joven tatuador muerto en Chubut, después de la represión de la Gendarmería a un grupo de mapuches que habían cortado la ruta 40.
Pese a que desde los medios más cercanos al Gobierno se buscó instalar que el cuerpo siempre había estado en el río Chubut desde el 1° de agosto, cuando desapareció, hasta el 17 de octubre en que se encontró el cadáver, la familia todavía sospecha que los restos de Santiago podrían haber sido “plantados”.
“A nosotros nos llama mucho la atención que el cuerpo apareciera en ese lugar, después de que se hicieran tantos rastrillajes y justo días antes de las elecciones”, explicó a BigBang Andrea Antico, la esposa de Sergio Maldonado.
Pese a que con las datos que dio a conocer el juez Lleral se intentó sostener que no había responsabilidad alguna de los gendarmes, las dudas en la familia Maldonado siguen en pie, porque según Andrea el informe de la autopsia “no da certeza de cuándo ni dónde murió Santiago”.
“La autopsia reveló que la muerte fue un proceso que se fue dando por la permanencia en el agua helada que llevó a que se le vayan adormeciendo los miembros y reduciendo la capacidad de moverse, que luego derivó en un desvanecimiento que terminó con la sumersión. En conclusión, se trató de una muerte violenta por asfixia por sumersión coadyuvada por hipotermia”, sostuvo el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), querellante en la causa.
Para alimentar las dudas sobre la aparición del cuerpo en la Pu Lof en Resistencia en Cushamen, en una zona del río donde los mapuches concurren habitualmente, es importante la declaración como testigo de Fernando Jones Huala, quien estuvo en el terreno el 17 de octubre cuando se encontró el cuerpo, sólo cinco días antes de las elecciones legislativas.
Fernando es hermano de Facundo y Fausto, los dos detenidos. Facundo es el lonko de la comunidad mapuche de Cushamen, preso por pedido de la Justicia chilena, y Fausto fue detenido en Bariloche luego de la muerte del joven mapuche Rafael Nahuel en Villa Mascardi, luego de la represión de la Prefectura.
Jones Huala participó del rastrillaje el 17 de octubre, que fue ordenado por el juez Lleral a pedido de la Prefectura. Acompañó a uno de los bomberos, Alfredo Roncoroni, que llevaba a uno de los perros entrenados en la búsqueda de rastros de un cadáver. Ellos dos fueron acompañados también por Mabel Sánchez, una dirigente de derechos humanos de la región que también intervino como veedora. También iba otra mujer.
El grupo iba sobre la orilla Norte del río, que es lindera con los campos de la familia Benetton. “Fuimos caminando río abajo y transcurridos 400 o 500 metros aproximadamente, se me acercó Roncoroni y me dijo: Fernando, los perros están marcando rastros”, y yo en ese momento pensé que se le podían haber escapado las chivas al vecino, pero Roncoroni me dijo que eran rastros de personas y que eran recientes”. Fernando dijo que rastro que marcaba el perro fue unos 300 metros antes del sitio donde luego fue encontrado el cuerpo de Santiago.
Jones Huala declaró que luego de los rastros marcados por el perro, Roncoroni se alejó para hablar por el Handy, y que poco más tarde les dijeron que habían encontrado el cuerpo. El joven mapuche dijo que el cuerpo apareció unos 70 metros más abajo de donde se ve al gendarme Echazú volver del río con la cara golpeada, con rastros de sangre.
Uno de los mapuches, Matías Santana, había declarado que vio a varios gendarmes golpear a Santiago y subirlo a un camión. Fernando también dijo que el lugar donde fue encontrado el cuerpo había muy poca agua a comienzos de agosto, cuando Santiago desapareció, después de la represión de la Gendarmería.