En un hecho con pocos antecedentes y que ilustra a las claras la gravedad del problema. El secretario de Seguridad de la provincia de Córdoba, Diego Hak, presentó una denuncia penal contra su propio padre, Ricardo Hak, por sospechar que habría estado en negociaciones vinculados con el narcotráfico.
La denuncia viene a demostrar que el narcotráfico no tiene banderías políticas. Como ocurre en Paraná con la causa que tiene en la mira al intendente radical Sergio Varisco, acusado de negociar con un narco detenido, como ocurrió en la provincia de Santa Fe durante el gobierno socialista, que llevó a la cárcel a un jefe de policía, ahora llega el turno al gobierno peronista de Córdoba.
Hak denunció que su padre mantenía relaciones y negocios con el titular de un local que en el pasado se vinculó con la prostitución y que ahora se relaciona con el tráfico de drogas. También en Córdoba hubo sectores de la policía que fueron acusados de negocios con narcos. Tras la denuncia Hak pidió licencia en su cargo.
El funcionario sostuvo que le llegó un video de forma anónima y que, a partir de esto, decidió presentarse a la Justicia para que se investigue la relación que su padre tendría con el local que identificó como ex Rapoza, camino a al aeropuerto de Pajas Blancas.
“Me causa dolor porque es un papá, y un papá debe cuidar a sus hijos, y debe generar un vínculo para encaminar, para educar, para proteger pero en este caso…”,dijo Hak, después de denunciar penalmente a su padre, Ricardo Hak (70), en declaraciones a medios cordobeses.
«Lo denuncié para que se investigue la relación que tiene mi padre con el boliche (conocido como ex Rapoza), contra el que yo ya hice una presentación judicial el año pasado y a principios de este año”, señaló Hak en diálogo con EldoceTV. Las denuncias fueron por venta de drogas y otras actividades ilícitas.
Según consigna el diario Clarín, el propio Hak explicó que hizo pública la denuncia porque “muestra que, para el tema de la Seguridad, uno no debe tener grises”. Y agregó: “Me causa dolor porque es una situación antinatural, no es fácil pero es lo que hay que hacer y lo que la sociedad merece, mas allá de la bronca y la tristeza que genera esto”.