La nueva aparición televisiva del financista Federico Elaskar el viernes por la noche en el programa de Alejandro Fantino deja algunas pistas y omisiones que serán decisivas en las próximas semanas del expediente que instruye Sebastián Casanello y por el cual ya están citados a indagatoria Martín Baez, Lázaro Báez, Daniel Pérez Gadin y Fabián Rossi.
A continuación algunas claves:
– Elaskar comenta en un momento de la nota que Pérez Gadin quería comprar SGI porque era la única financiera «más o menor ordenada». Lo cierto es que Elaskar fue la segunda opción. La primera era la financiera de Fernando Caparróz Gomez, que había quedado en la mira en la causa Sueños Compartidos. La operación estaba casi hecha pero se frustró en el último minuto. Es una anécdota que Caparróz Gómez suele contar.
– Elaskar cuenta también que conoció a Rossi gracias a Juan Carlos Calabró que visitaba SGI para hacer operaciones. El financista dejó abierta la puerta sobre otras figuras del showbiz que habrían pasado por La Rosadita. Alguna vez Elaskar ha mencionado a Fabián Scoltore, mano derecha de Marcelo Tinelli, pero sus dichos no tuvieron corroboración.
– Elaskar dice que no deja su domicilio de Puerto Madero por recomendación del cuerpo de peritos de la Corte Suprema. No cuenta que en dos ocasiones trató de conseguir una audiencia con Ricardo Lorenzetti y que no tuvo éxito. El presidente de la Corte lo considera un «mitómano».
– El exdueño de SGI dice estar procesado por «no pagar las tarjetas de crédito» pero lo cierto es que en el procesamiento Casanello le atribuye decenas de cheques voladores y operaciones en cuentas en el exterior que nunca pudo justificar.
– Fantino se refirió en varias ocasiones a la entrevista que Elaskar dio con Jorge Lanata y luego a la de Rolando Graña en la cuál se desdijo. El showman dijo creer el contenido de la primera. Se olvidó que así como Elaskar fue al programa de Graña, Fariña estuvo con Rial. dos programas de América, la señal de Daniel Vila en la cual el gobierno kirchnerista quiso replicar el bombazo de Lanata. En 2013 el mendocino todavía tenía buena relación con el kirchnerismo y sostenía una guerra judicial con el Grupo Clarín.