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El proyecto de reforma del Código Penal ya provoca peleas en Tribunales

Zaffaroni fue el autor del proyecto. Analiza dejar la Corte en enero.

Zaffaroni fue el autor del proyecto. Analiza dejar la Corte en enero.

La reforma del Código Penal que redactó Eugenio Zaffaroni, y que el kirchnerismo quiere enviar al Congreso en marzo,  comenzó a agitar las aguas en la Cámara de Casación Penal federal. La figura de la reincidencia – en el nuevo Código esta figura directamente desaparece- divide aguas entre jueces conservadores (la mayoría en el máximo tribunal penal) y liberales. Estos contenciosos tribunalicios suceden cuando se vuelve agitar, en el calor de enero, la posibilidad de que a fin de este mes Zaffaroni se alejaría de la Corte.

La Casación Penal quiere organizar un acuerdo para unificar posiciones sobre la vigencia de la institución de la reincidencia. No será fácil: mientras Alejandro Slokar y Ángela Ledesma se inclinan contra esta figura legal, los jueces Gustavo Riggi, Liliana Catucci, Ana María Figueroa, Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Pedro David la respaldan. Se replica así  la interna por la presidencia de la Cámara para este 2014 ya que todos los del segundo grupo boicotearon la presidencia de Slokar, que era lo que figuraba en el reglamento, para llevar a la cabecera de la mesa a Borinsky.

Slokar es uno de los discípulos predilectos de Zaffaroni. Cercano al secretario de Justicia Julián Álvarez será uno de los principales defensores del proyecto no en el Congreso, sino en el terreno de los tribunales donde despierta varias críticas especialmente en aquellos despachos que tienen muy buena relación con las fuerzas de seguridad. En la Casación es el caso de la dupla Catucci-Riggi quienes ya han hecho circular su  malestar con la iniciativa del oficialismo.

A pesar de la llegada de nuevos jueces el Gobierno sigue sin encontrar el rumbo en una Cámara contra cuyos integrantes solía embestir Néstor Kirchner cuando se demoraban los juicios por crímenes de lesa humanidad. El kirchnerismo nombró a Slokar, Gemignani, Borinsky y Figueroa. Pero solo el primero le responde.

En el pasado mes de octubre Zaffaroni había reunido a sus principales colaboradores en la Corte para avisarles que consideraba seriamente su salida del máximo tribunal en el mes de enero de este año. El magistrado ya tiene tramitada su jubilación y le sobran ofrecimientos laborales tanto del sector académico como desde el Gobierno. El último lo ha tentado más de lo que admite: la embajada argentina en París, cargo con el que sueñan y soñaros varios funcionarios del krichnerismo, desde Mercedes Marcó del Pont hasta Ricardo Echegaray, pasando por Hernán Lorenzino quien finalmente encontrón su destino en Bruselas.

Sin embargo otros integrantes del Gobierno tienen una perspectiva más local y creen que la presencia de Zaffaroni será necesaria para aprobar la reforma en un Congreso que se mostrará esquivo ante un proyecto que ya arrancó con polémica.


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