| Por los pasillos

El profesor Lijo

Por lo bajo, sin avisar a nadie, Ariel Lijo consiguó una resolución desde la Corte Suprema que lo habilita a ser profesor tanto en la UBA como en la escuela de formación de la Policía Metropolitana. Una changa que le acercó su amigo Guillermo Montenegro y que concretó su esposa Liliana Mazuco, secretaria letrada de la Corte y cada vez más cercana a Lorenzetti.


Compartir: