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El inicio de la causa: “Está Cristina hablando del Plan Qunita”

Por Ignacio Montes de Oca*

“Está Cristina hablando del Plan Qunita por cadena nacional”. Así me avisaba José Stella -el otro 50% del personal de Eliminando Variables– que la entonces presidente estaba presentando desde Tecnópolis el polémico programa de asistencia a los recién nacidos. La investigación que habíamos hecho para denunciar las irregularidades en la licitación de Qunita ya llevaba un mes de publicada. No fue mucha la gente que le prestó atención en su momento y tampoco fue una de las más leídas por los lectores del portal.

¿Qué podía importar una denuncia en un pequeño portal? Quizás fue eso lo que pensaron los coreógrafos políticos de CFK, que decidieron seguir adelante con el armado de la cadena nacional N°28 el 16 de julio pasado y usar el lanzamiento de Qunita como caballito de batalla.

Ese dilema de la pequeñez es una constante de los nuevos medios de la red. Estamos obligados a revisar una y otra vez cada dato que publicamos. Es que carecemos de margen de error para afrontar querellas o desmentidas. De manera que debemos despabilarnos para conseguir y chequear la información con el tiempo y los recursos disponibles. En nuestro caso, sin pauta ni sponsoreo, esos recursos eran los que se podían conseguir con otros trabajos periodísticos.

Por eso la nota de Qunita demandó que todo el personal de Eliminando Variables se dedicara al tema. O sea que, desde la mañana del 9 de junio cuando los documentos de la licitación fueron publicados en el Boletín Oficial, hasta que tuvimos el artículo listo tres días más tarde, los dos integrantes del portal nos dedicáramos al tema. Fueron tres días de dedicación artesanal, rezando para que no se nos escapara la primicia a manos de alguna de las grandes redacciones.

Lo primero fue corroborar los sobreprecios. Los llamados y mails a comerciantes e importadores mostraron que los precios para cada uno de los 140.000 kits, estaban sobrevaluados en por los menos un 100%. Y esto sin aplicar el descuento por volumen, que hubiera hecho derrumbar aún más al costo.

Al cotizar los materiales descritos en los documentos oficiales, descubrimos además que algunos de ellos eran importados, lo cual contradecía las leyes de compre nacional que habían sido tomadas como bandera por el kirchnerismo. Y que la directiva de una de las empresas más favorecidas integraba la Cámara de Comercio Chino Argentina, un dato que no nos pareció irrelevante.

Luego hubo que corroborar a las empresas. La más beneficiada, Fasano SRL asomó enseguida como una enorme anomalía. Hasta el año anterior, los registros públicos indicaban que era una empresa irrelevante con una facturación total de unos $8000 en 2014. Gracias a Qunita pasó a los $903.000.000 en 2015. O sea un 15.000.000%, un record en la historia del capitalismo mundial.

No fue menor la sorpresa al buscar los datos de las otras empresas ganadoras. Ninguna de ellas tenía por objeto – es decir, la actividad a la que se dedican – una tarea vinculada a la comercialización de productos para recién nacidos. Los estatutos consultados hablaban de compañías inmobiliarias, bazares, negocios de venta de muebles de oficina e incluso una firma dedicada a la venta de artículos de informática.

Lo más cercano al rubro infantil surgió del directorio de Fasano SRL. Su propietaria, Dora Ruocco, se dedicó años atrás al armado de eventos de Hello Kitty y de Doki (el personaje del canal Discovery Kids). No había otro dato relacionado con los niños, salvo una vinculación societaria entre Ruocco y Carlos Spadone, aquel empresario que fue acusado de vender leche infantil adulterada durante el menemismo.

Desde que CFK usó la cadena nacional para lanzar el Plan Qunita, el tema se instaló en la agenda pública. A la denuncia de Eliminando Variables se sumaron investigaciones de otros medios que mostraron que las cunitas entregadas en el programa no eran seguras, que la licitación había sido objetada por los organismos de contralor, que dos empresas dedicadas al rubro infantil habían sido descalificadas sin motivos lícitos y que, lo más importante, la justicia había decidido intervenir.

En efecto, la diputada Graciela Ocaña presentó una denuncia judicial con los datos publicados por Eliminando Variables. Pocos días después el juez federal Claudio Bonadío aceptó la denuncia y allanó el Ministerio de Salud para secuestrar información vinculada a la causa. Fue entonces que el dominó se aceleró y concluyó el día de hoy con el procesamiento de los ex ministros Aníbal Fernández, Daniel Gollán y Juan Manzur.

El error más grave que cometieron los hoy procesados y sus socios políticos, me decía José Stella unos días antes de partir, fue confiarse. El escrutinio de la prensa no corre hoy solo por cuenta de los grandes medios. Ahora estamos además los pequeños periodistas y nuestros blogs para sumarnos a la tarea. Cada sitio de periodismo independiente, y hoy surgieron muchos y probablemente mejores que Eliminando Variables, se transformó entonces en un desafío adicional para la parte corrupta de la sociedad.

Es una forma de refutar a aquellos que desde su cadena nacional ignoraron la nota sobre Qunita publicada por un blog apenas conocido. La moraleja es tan obvia, que no vale la pena explicitarla.

Fuente: Clarín.

*Editor del blog Eliminando Variables


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