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El increíble caso del físico inglés que terminó condenado en Devoto por tráfico de drogas

Por Javier Sinay.

Paul Howard Frampton, un célebre físico inglés de 68 años que trabajó junto a tres ganadores del Premio Nobel, acaba de ser condenado en la Argentina a cuatro años y ocho meses de prisión por tráfico de drogas, tras un debate que se extendió durante tres audiencias. El Tribunal Oral en lo Penal Económico Número 1 no le creyó cuando dijo haber sido engañado por una red criminal y haber sido víctima de su personalidad “narcisista”, que le habría impedido darse cuenta de un engaño.

Frampton llegó a la Argentina luego de un vuelo de escalas complicadas, tratando de concretar una supuesta cita con una mujer llamada Denise Milani, ex Miss Bikini World, que lo habría seducido online. Pero todo fue una farsa. La verdadera Denise Milani está casada y nunca estuvo en contacto con el físico recibido en Oxford, así como tampoco tenía noción de que su identidad estaba siendo utilizada por los narcotraficantes para captar la atención, a lo largo de once semanas, de ese hombre.

Frampton y la modelo que según él lo sedujo.

“Frampton llegó a Ezeiza el 23 de enero de 2012. Antes había viajado a La Paz desde Carolina del Norte (Estados Unidos), vía Toronto. Ahí se quedó más de una semana alojado en un hotel esperando recibir noticias de ella. Y un hombre, un emisario del hipotético representante de su hipotética novia, que le dijo que estaba haciendo una sesión de fotos en Bolivia, arregló una cita y le entregó una valija de parte de ella”, dice un representante judicial. “Estuve con esa persona un minuto. Estaba oscuro. Era hispano, creo. Podría haber tenido entre 30 y 50 años. No lo reconocería”, contó el científico.

Frampton debía llevar la valija a Bruselas, donde acordaron encontrarse (vía Buenos Aires) con la modelo luego de que ella le dijera que se había tenido que ir de Bolivia. En la valija había dos kilos de cocaína. “Ella dijo que le gustaban los hombres mayores y que estaba cansada de las sesiones de fotografía”, dijo Frampton en una entrevista con la prensa, en julio pasado. “Y obviamente le creí”, agregó.

“El científico se mostró como una víctima luego de ser detenido y la comunidad científica internacional se hizo eco de su desgracia pidiendo por su liberación, pero su recorrido, los mensajes de texto (“Me preocupan los perros rastreadores”, “Estoy cuidando tu valija especial”, “¿De qué lado estás? ¿Del de los matones de la coca o del de tu marido?”, “Esto en Bolivia no vale nada, en Europa vale millones”), los mails que le envió a su supuesta novia y un papelito escrito de su puño y letra con cifras expresadas en dólares, relacionadas con aparentes gramos de cocaína eran demasiado categóricos”, dice un representante judicial.

El científico leyó ante los jueces un texto en inglés y escuchó la declaración de tres psicólogas y de un psiquiatra. La pena que le impuso el tribunal es baja, ya que la máxima para el delito de contrabando de estupefacientes es de 16 años, y le permitirá pedir la expulsión del país a mediados del año 2014. Luego de pasar un tiempo en Devoto, ahora un amigo del científico, ex compañero de Oxford, le dio alojamiento en su casa.


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