Una de las primeras medidas que tomó el Gobierno en el ámbito de la seguridad en este flamante 2018 fue haber ascendido a algunos de los gendarmes que intervinieron en el operativo represivo el 1° de agosto en la Pu Lof en Resistencia del departamento Cushamen, en el Norte de Chubut, cuando desapareció Santiago Maldonado, quien participó de un corte de ruta en apoyo a la comunidad mapuche que reclama tierras a la empresa multinacional italiana Benetton.
Según se publica en la edición del Boletín Oficial de hoy, entre los ascendidos aparece el subalferez Emmanuel Echazú, el único de los gendarmes imputados en la causa que hoy está a cargo del juez federal Gustavo Lleral y en la que se investiga la responsabilidad de la fuerza de seguridad en la muerte del joven artesano, cuyo cuerpo apareció el 17 de octubre, apenas unos días antes de las elecciones legislativas que se realizaron el domingo 22 de ese mes.
Echazú aparece en fotografías, que Gendarmería no aportó al expediente, cuando regresa del río, donde Santiago había sido visto por última vez. Echazú tiene sangre en la cara y aparece con un corte en el pómulo. Lleva además, una escopeta en la mano. Echazú dijo que la herida se la generó un piedrazo que le tiraron en la ruta, pero esos dichos no fueron corroborados.
El joven Lucas Pilquiman declaró ante el juez Lleral el mes pasado que había visto cuando Santiago ingresaba en el agua helada del río Chubut, cuando lo perseguía un grupo de gendarmes. El juez no le mostró una foto de Echazú para que lo reconociera y dijera si era uno de los perseguidores.
Si bien la autopsia que se le realizó a Maldonado estableció que falleció ahogado, eso no significa que los gendarmes hayan quedado exculpados de la responsabilidad en la muerte del joven tatuador. Echazú se presentó formalmente en el expediente y es representado por un abogado que participa en todas las audiencias.
Al referirse al ascenso de los gendarmes, la familia Maldonado sostuvo en un comunicado que “esta decisión nos parece como mínimo prematura porque se encuentra en curso una investigación sobre la responsabilidad de ese y otros agentes en un caso gravísimo como el de la desaparición y muerte de Santiago”.
“El ascenso de un agente en esas condiciones resulta impropio y desaconsejable, ya que podría suponer cierto aval a prácticas represivas ilegales y una provocación a los familiares de las víctimas. Creemos que la resolución debe ser revocada en cuanto a los gendarmes bajo investigación y así lo exigimos”, agregó la familia.
El ascenso de Echazú fue dispuesto por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con fecha del 29 de diciembre y publicada hoy en el Boletín Oficial. El nombre del gendarme aparece en un anexo de 22 páginas, con los ascensos de otros compañeros del efectivo imputado por la muerte de Maldonado.
Entre los ascendidos por la ministra también aparece el alferez David Coca Alba, otro de los gendarmes que participó en el desalojo de la ruta el 31 de julio, cuando comenzaron los incidentes, que continuaron el día después, cuando los gendarmes ingresaron en el predio de los mapuches sin orden judicial. Lo hicieron después de que el jefe de Gabinete de Bullrich, Pablo Noceti, estuviera en la misma ruta 40, donde habían sido retenidas dos mujeres de la comunidad, que habían salido de la Pu Lof.
Noceti había mantenido unos días antes una reunión en Bariloche para coordinar con jefes de Gendarmería y de policías provinciales, la represión a las protestas de los mapuches, quienes reclaman territorios fundados en derechos ancestrales. Una protesta que provoca el enojo de los latifundistas amigos del presidente Mauricio Macri, quien este verano eligió, una vez más, pasar sus vacaciones en la Patagonia. Esta vez el exclusivo country Cumelén en Villa La Angostura.