El fiscal cree que el cura se suicidó, pero igual investiga las amenazas

viroche dijo que había sido amenazado.
Viroche dijo que había sido amenazado.

El fiscal tucumano Diego López Ávila, quien investiga la muerte del cura Juan Viroche, hallado ahorcado en la iglesia de La Florida el pasado miércoles, dijo hoy que los indicios obtenidos hasta ahora por los peritos orientan la causa «hacia la posibilidad de un suicidio», aunque aclaró que la pesquisa continúa y que se analizan otras pistas, entre ellas las amenazas que el cura dijo haber recibido.
«Del levantamiento de los rastros y huellas en el lugar de los hechos y de las inspecciones oculares que se han realizado y demás, la policía y los informes de los peritos no advierten la presencia de segundos o más sujetos dentro de la iglesia en el momento en que el sacerdote ingresa», precisó el fiscal en diálogo con el canal TN.
López Ávila dijo que la causa «está caratulada como muerte dudosa», aunque confirmó que «hay indicios preliminares que la están orientando hacia la posibilidad de un suicidio».
«Estamos investigando la vida privada de la persona, intentado obtener los elementos que nos permitan sostener o desechar esa posibilidad. También estamos peritando celulares, computadoras y elementos personales con el fin de verificar si realmente ha recibido amenazas. Estamos corroborando su Facebook, su Whatsapp», agregó.
El fiscal se refirió a lo que, en base a las evidencias, supone que fue la mecánica del hecho y descartó que algunas imágenes difundidas por la prensa del interior de la iglesia donde fue encontrado muerto el cura, entre ellas un cristo roto, un banco volcado y una mancha de sangre, indiquen la presencia de más personas en el lugar.
«Lo que sucedió es que aparentemente cierra la puerta de la iglesia, la traba desde adentro con un mueble de vidrio donde estaba ese cristo. Ese mueble trababa la posibilidad o pretendía trabar la posibilidad de que ingrese alguien desde afuera a la iglesia», detalló López Ávila.
«Presumimos que al momento de correr ese mueble para trabar la puerta se rompió el vidrio, ya que en las fotos de los peritos está registrado que ese cristo estaba roto debajo de ese mueble con sus vidrios quebrados cuando ellos ingresaron».
El fiscal explicó que tras analizar la escena del hallazgo y levantar todas las muestras, se permitió el acceso a la iglesia de un grupo de curas que quería rezar por el padre Viroche, por lo que presume que fue alguno de ellos quien levantó el cristo roto del suelo y lo dejó sobre una mesa de madera, tal como se ve en las imágenes.
Sobre la mecánica de la muerte del sacerdote, López Ávila explicó que del análisis de la escena surge que Viroche ató la linga de su camioneta a un banco ubicado en una especie de balcón que hay en la iglesia, donde suele ubicarse el coro, y desde allí se arrojó.
«Se tira desde un balcón donde se hace el coro de la iglesia. Desde ahí, con la linga de la camioneta, aparentemente se arroja. El impacto ha sido de tal violencia que incluso se le rompen dos vertebras cervicales y, esa violencia ejercida, obviamente ha roto una serie de vasos, lo que provoca que esa sangre fluya por la zona de la boca. Por eso cuando al padre se lo baja y queda apoyado sobre el piso queda la sangre ahí», explicó.
Al ser consultado sobre versiones que indican que Viroche pudo tener un problema personal vinculado a una relación sentimental, el fiscal expresó que «era una persona muy querida y por respeto al padre, a su familia y a la gente esas cuestiones las reservo a la investigación porque no hacen al tema. Estoy a disposición de familiares y de la gente del lugar si tienen algún tipo de información para acercar que crean valiosa».
El sacerdote Viroche, quien era un activista contra las bandas narcos que operan en Tucumán y había realizado varias denuncias al respecto, fue encontrado ahorcado en la iglesia en la que vivía la mañana del pasado miércoles.
Debido a que a sus allegados les había comentado que estaba amenazado y asustado, e incluso había pedido ser trasladado de parroquia, rápidamente sus fieles salieron a las calles a denunciar que había sido víctima de los narcos y a pedir Justicia.
Ayer, durante su velatorio e inhumación, los fieles demostraron su desacuerdo con la hipótesis del suicidio y volvieron a realizar una multitudinaria marcha por la capital tucumana para reclamar el esclarecimiento del hecho.


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