El fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre el máximo de edad de los jueces alteró la buena sintonía entre Elisa Carrió y Horacio Rosatti. La diputada opera (en sinergia con el Grupo Clarín via Fabián «Pepin» Rodríguez Simón) para que el ministro reemplace a Ricardo Lorenzetti como presidente del máximo tribunal pero Rosatti se alineó con el rival de Carrió para emitir un fallo con una clara destinataria: María Servini de Cubría (aunque la jueza tenga un fallo firme que la avala a continuar).
La relación de Carrió con Servini es histórica. Son amigas desde la década del 90, comparten largas veladas y la diputada suele destacar a la jueza por sobre el resto de los colegas de Comodoro Py: es la única que no pide coimas ni nunca las pidió porque su familia es de dinero, argumenta Carrió.
«Primero fue mi hijo y ahora soy yo, porque tengo una denuncia contra el doctor Lorenzetti y no la cerramos y necesitan cerrarla. Es la denuncia que hizo (la diputada nacional Elisa) Carrió», dijo ayer Servini en varios reportajes radiales.
«Lorenzetti está en la denuncia de Fútbol Para Todos y yo estoy investigando una mutual (ndlr: Pyme Rural) dentro de varias mutuales, que la Cámara Federal me exigió que investigue», sostuvo la jueza federal. En esa mutual aparece Lorenzetti y otros familiares del juez.
Servini siempre ha sido un flujo de información judicial para Carrió. La Chuchi está en buenos términos con todos los grupos de Comodoro Py. El último objetivo que concretaron juntas fue barrer a Daniel Angelici de la operación judicial del Pro. El Tano creía que la tenía ganada a la jueza porque esta va a sus cumpleaños pero lo cierto es que la vida social de la magistrada es intensa.
El nuevo punto de choque que las une es Lorenzetti porque casi todas las denuncias que formuló Carrió contra el juez de la Corte fueron supervisadas por el hijo de la juez Juan Cubría, quien recientemente fue desplazado de su cargo de administrador del Consejo de la Magistratura.
Otro flanco que comparten es el malestar con Germán Garavano a quien ambas identifican como un ministro cooptado por Ernesto Sanz, cercano a Lorenzetti.
Rosatti aportó el voto que precisaba Lorenzetti para el fallo porque Carlos Rosenkrantz votó en contra y Elena Highton no votó. El otro voto fue de Juan Carlos Maqueda. El ex ministro de Justicia del kirchnerismo jugó a alinearse con Lorenzetti en parte por convicción personal (suele decir que todos los jueces de 75 años deberían dejar el cargo) y en parte para disimular un poco su ambición que no escapa a nadie en el cuarto piso: Rosatti quiere el cargo de Lorenzetti.