López volvió a declarar.

José López llegó temprano el jueves desde el Complejo de Ezeiza donde se encuentra detenido hasta la Unidad Penal N° 29, situada en Comodoro Py 2002, sede de los tribunales federales. Allí lo esperaban sus abogados con un un traje, camisa, corbata y zapatos. Vestido como en sus doce años de secretario de Obras Públicas se presentó ante el juez federal Daniel Rafecas y el fiscal Federico Delgado. Una imagen muy diferente a la que aparece en los buscadores, con un casco, rodeado por policías armados hasta los dientes.

Lo habían citado para ampliar su declaración indagatoria por la casa que ocupaba en la zona de Tigre, valuada en unos 700 mil dólares, que hoy es inspeccionada por el juez para verificar el lugar donde dijo que estaba guardado el dinero.

López ya está procesado por el hallazgo de los bolsos con casi 9 millones de dólares y el fiscal pidió el viernes que sea procesado también por la casa, ya que sostiene que es el verdadero dueño y no un inquilino como dijo en su declaración.

La estrategia defensista de López cambió. Se terminaron las versiones periodísticas que consignaban que en la cárcel estaba a los gritos pidiendo cocaína y que no estaba en sus cabales para declarar, como sostuvo su anterior letrada, Fernanda Herrera, quien consiguió su minuto de fama para llegar al programa de Tinelli. Decidió además no presentar un escrito, como hacen muchas veces los acusados en causas de corrupción, sino que se decidió a declarar y a contestar a las preguntas del juez y del fiscal.

Hace un mes, López decidió que su mejor estrategia es colaborar. Se encuentra en una situación incómoda por haber sido detenido con casi 9 millones de dólares, en una causa en la que estuvo a punto de ser sobreseido porque después de varios años de investigación la causa no había encontrado pruebas para procesarlo por enriquecimiento ilícito. Hasta que fue detenido la causa tenía unos 20 cuerpos y desde su arresto en el convento de General Rodríguez, el expediente se duplicó.

La semana pasada declaró también en la causa en la que se investiga el desvío de fondos en el Programa Sueños Compartidos, el sistema de construcción de viviendas que llevaba adelante la fundación Madres de Plaza de Mayo. Allí explicó que eran los municipios y las provincias los responsables de de verificar el avance de las obras y que desde el Ministerio de Planificación sólo se giraban los fondos.

En su declaración del jueves López dijo que se sentía perseguido por agentes de inteligencia y que estaba en un estado de paranoia, que escuchaba voces, y que pensaba que su teléfono celular y su computadora habían sido hackeados por los servicios. Dijo también que meses atrás pensó en suicidarse, luego de una pelea con su esposa.

En un momento dijo que “escuchó una voz masculina que le decía “te va a pasar lo mismo que al Lauchón”. Yo solté la carabina, y le dije “no soy Nisman no me voy a suicidar”. Las dos muertes mencionadas por López tienen un nombre en común: Antonio Jaime Stiuso, el ex hombre fuerte de la ex SIDE. El Lauchón Viale era uno de sus hombres de confianza y fue asesinado en su casa el 9 de julio de 2013, en un procedimiento realizado por el Grupo Halcón, de la policía bonaerense en una causa por drogas. En el entorno de Stiuso siempre creyeron que la muerte era un mensaje para el espía. El caso Nisman es más conocido: murió días después de denunciar a la ex presidenta Cristina Kirchner. Stiuso era el hombre de confianza de Nisman en la Side. Dejó de atenderle el teléfono después que presentó la denuncia contra Cristina. Stiuso fue un soldado de los Kirchner hasta la firma del Memorándum con Irán.

¿Por qué López habló de Nisman y El Lauchón en su indagatoria ante el juez? Nadie lo quiere explicar, pero fue un mensaje con un destinatario, seguro. Imposible creer que los haya mencionado sin ningún motivo.

Pero el párrafo que más llamó la atención de su indagatoria fue el que dio el título a los diarios de hoy. “Lo que voy a decir por ahora con respecto a ese dinero, es que ese dinero no me pertenecía, ese dinero pertenecía a la política. Y yo, cuando tenga la fortaleza física, psicológica y espiritual necesaria, voy a dar todos los detalles con relación a ese dinero, y sobre este tema no voy a contestar en este momento ninguna otra pregunta”.

López promete volver a hablar. Un mensaje dirigido a ¿Julio de Vido? ¿A Cristina Fernández? Hace unos días, en el noticiero de Telefé, se pasó una grabación de una conversación telefónica de la esposa de López con su suegra.

-Ahora todos se lavan las manos como Judas. Todos no lo conocen. Todos no saben nada-, dice la suegra.

-No, no, nooo. Los que están más cagados son los de arriba. Pero esto, como dijo Maradona, esto no es nada. Nadie es carmelita descalza.