Por Ignacio Ramírez.

El árbitro Pablo Alejandro Lunati está imputado en la Justicia bajo sospecha por presunta defraudación, lavado de dinero  y evasión impositiva. La moda, el diseño, la gastronomía y los alfajores son los rubros que  rodean la vida empresarial de Lunati. La AFIP lo denunció por no poder justificar 3.141.584 pesos en los períodos 2009-2011. El titular de la administración estatal, Ricardo Echegaray, informó que al referí empresario polirubro le detectaron ingresos no justificados de 463.599 pesos en 2009, 1.956.005 en 2010 y 721.980 en 2011.

«La intención es hacerle saber a la justicia que Lunati está dispuesto a comparecer, que aportará toda la documentación necesaria y que tiene todo legítimo y declarado ante la AFIP», explicó a la agencia Télam el doctor Daniel Llermanos, letrado patrocinante del árbitro. Llermanos informó que hoy se presentará ante el juez que entiende en la causa contra el colegiado.

Lunati (45) tuvo dos empleadores a lo largo de su vida laboral. Automotores Sunchales SRL durante noviembre y diciembre de 1985, y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). En los últimos 24 meses, el referí pagó puntualmente tres créditos. Con el banco Credicop, por un total, a diciembre de 2012 de 288.700 pesos; con el Citibank, por un total de 173.100 pesos, y con la automotriz Mercedes Benz, 54.100 pesos. Otros de los gastos poco frecuentes fue por ejemplo, en diciembre del 2012, el consumo con su American Express: 11.600 pesos. Sin embargo, el árbitro grita a viva voz que vive al día y que tiene “una sola casa y que está hipotecada”.

La AFIP le reclama a Lunati ingresos por más de tres millones de pesos.

A lo largo de su carrera de referí,  hubo quienes insinuaron manejos turbios de Lunati en los partidos complejos. “No se puede comparar conmigo, yo soy limpio como el agua”, disparó Francisco Lamolina,  vicepresidente del Colegio de Árbitros, en diciembre del año pasado.

El primer emprendimiento de Lunati fue el 16 de noviembre de 2009 cuando constituye Malufran S.R.L. Junto a su socio Lisandro Ledesma (44). Una empresa dedicada al rubro de la gastronomía  para operar el “servicio de bar, confitería, restaurante, pizzería, despacho de alfajores, tortas y derivados, bebidas alcohólicas y sin alcohol, servicios de café, té, leche y demás productos lácteos, postres helados y sus derivados y cualquier otro producto alimenticio”.  Según la investigación realizada por los sabusos de la AFIP, se desprende que esta  SRL habría adquirido una franquicia Havanna por casi 100.000 dólares y que operaria a través de Malufran. El modesto emprendimiento lo iniciaron en septiembre de 2009 depositando un capital social inicial de 10 mil pesos.

El 14 de marzo de 2012, se creó la Fiduciaria Palmoon SRL con domicliio en Pablo Silberman 1351, Santos Lugares. Además del árbitro empresario, figura como socia Natalia Mazzuchi (35). La sociedad se dedica a constituir todo tipo de fideicomisos, en el rubro inmobiliario en general, y de gestoría financiera mandataria. La joven socia del referí, 11 años antes, a los 23 años; abrió un negocio junto a Fabián Hugo Madorrán (39), aquel ex árbitro desempleado jaqueado por deudas y una fuerte depresión,  que se suicidó de un tiro en la boca con una pistola 9 milímetros de su propiedad, en el Parque Sarmiento, al frente de la terminal de ómnibus de Córdoba el 30 de julio de 2004. Madorrán y Lunati  eran íntimos amigos. El 6 de marzo de 2002, se constituyó la SRL El 22, dedicada a la instalación y explotación de Maxi Kioscos, y Drugstore en el país o en el extranjero.

La última inversión de Lunati, fue el 13 de diciembre de 2012, cuando decide invertir en el rubro textil. Junto a Ernesto Javier Uziga (37) creó su tercer SRL: Futuro Moda y Diseño SRL. Lunati conoce muy bien a Uziga, un juez de línea que suele dirigir habitualmente con él. Con un capital social de 12.000 pesos, y un domicilio especial en Paraguay 1446, PB, Capital Federal. Entre sus principales actividades Futuro moda se dedica a la fabricación, producción, confección, distribución de ropas y prendas de vestir.

La denuncia radicada en el Juzgado Federal Nº 2 de San Martín se basa sobre un reporte de Operaciones Sospechosas ante la UIF (Unidad de Información Financiera) y  lo que provoco de forma simultanea siete allanamientos a domicilios vinculados directa o indirectamente a la vida personal o comercial de Lunati.