Se cumplen hoy dos años de la desaparición de Santiago Maldonado y la Justicia le debe a su familia una respuesta acabada sobre las circunstancias en que se produjo su muerte, cuando apoyaba el reclamo de una comunidad mapuche en plena disputa por un territorio contra el grupo Benetton en la provincia de Chubut.
El cuerpo de Santiago apareció apenas dos días antes de las elecciones de medio término en octubre de 2017, en un tramo del río Chubut que ya había sido rastrillado tres veces antes por efectivos de la Prefectura Naval y de la Gendarmería que habían participado de los operativos de búsqueda.
La autopsia determinó que Santiago murió ahogado. Pero no aclara que el joven llegó hasta el río mientras escapaba de la Gendarmería. Aunque no se encontraron lesiones visibles, tampoco puede descartarse que hubiera habido una pelea en la orilla del río. O que alguien haya empujado a Santiago al fondo del agua hasta que dejara de respirar.
Dos jueces fueron los encargados de investigar la muerte de Santiago. El juez federal de Esquel, Guido Otranto, fue separado por la Cámara Federal y reemplazado por Gustavo Lleral, quien se encargó de emprolijar las actuaciones, pero finalmente cerró la causa sin atender a los reclamos de la familia.
Cómo bien recuerda Amnistía Internacional “Maldonado era un joven de 28 años que estuvo desaparecido desde el 1 de agosto de 2017, tras una violenta represión por parte de la Gendarmería Nacional en la comunidad Mapuche Pu Lof, en el Departamento de Cushamen, Provincia de Chubut. Se encontraba en territorio de dicha comunidad Mapuche desde el día anterior, acompañando sus reclamos. Su cuerpo fue encontrado el 17 de octubre en el Río Chubut, 400 metros río arriba de donde había sido visto por última vez”.
“El 29 de noviembre de 2018, el juez federal argentino cerró y archivó la causa que investiga la muerte y desaparición de Santiago Maldonado. De acuerdo con la resolución, Santiago «[…] murió ahogado, sin que nadie pudiera advertirlo, sin que nadie pudiera socorrerlo”.
Resulta inadmisible que para la justicia argentina nadie sea responsable por la muerte de Santiago Maldonado. Las autoridades judiciales deben asegurar una investigación exhaustiva, imparcial e independiente para determinar las causas y el contexto de su muerte.
“Para Amnistía internacional, desvincular la muerte de Santiago Maldonado del operativo de fuerzas de seguridad en el cual se produjo puede dejar este caso en la impunidad y enviar una señal sumamente equívoca para los derechos humanos en la Argentina”, sostuvo la organización dedicada a la defensa de los derechos humanos.
Muchas preguntas quedaron sin respuesta en el expediente que estuvo en manos de Lleral. El colega Diego Petrafesa, hace la enumeración exacta en una nota publicada en el sitio Socompa, donde hacen “periodismo de frontera”. Veamos
¿Por qué el 24 de noviembre de 2017 el juez Lleral comunicó a los medios el resultado definitivo de la autopsia diciendo que “Maldonado falleció por ahogamiento por sumersión” y ocultando que de las pericias se desprende que (sic) se trata de una muerte violenta?
¿Por qué el juez Lleral se negó a peritar los billetes que Santiago tenía en el bolsillo, en perfecto estado pese a estar –se supone- casi cuatro meses sumergidos?
¿Por qué se borraron todos los registros y filmaciones de los 8 minutos que los gendarmes estuvieron a la orilla del río Chubut?
¿Por qué nunca se encontraron la mochila y el celular de Santiago?
¿Por qué los libros de actas de Gendarmería fueron secuestrados recién el 17 de agosto? ¿Por qué tenían páginas faltantes, otras pegadas con cinta adhesiva y fechas alteradas?
¿Por qué el 3 de agosto el juez Otranto le avisó Juan Pablo Nocetti (Jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad) que peritarían las camionetas usadas en el operativo?
¿Por qué las camionetas estaban lavadas el día 5, con los precintos de seguridad rotos?
La familia de Santiago apeló el cierre de la causa ordenado por Lleral ante la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia. El tribunal todavía no resolvió.