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Desbaratan una red de pedofilia tras una denuncia del FBI

Por Rodolfo Palacios. 

Cuando los policías derribaron la puerta de la casa de Pablo Podestá, el hombre miraba pornografía infantil en su computadora. “¿Qué pasó?”, preguntó mientras trababa, en vano, cerrar las 20 páginas que tenía abiertas y mostraban fotos y videos que horrorizaron a los detectives de la Policía Metropolitana. El lunes 19 hubo otro detenido y dos allanamientos en un cíber de Balvanera y en una casa de Pablo Podestá.

“Llevo 15 años en la policía pero nunca vi esas imágenes horrorosas”, confesó uno de los policías que participó del operativo. En la casa de uno de los imputados se encontró ropa interior femenina junior y sábanas con motivos infantiles.  Los detenidos quedaron a disposición del Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Contravenciones y de Faltas Nº 15 a cargo de Susana Parada. “El acusado se mostró sorprendido. Con desesperación trató de cerrar las páginas, pero no tuvo tiempo. Esta clase de criminales se maneja con mucha impunidad y hasta llegan a creer que no hacen mal a nadie”, dijo una fuente policial.

Todo comenzó hace cuatro meses a partir de una serie de denuncias hechas por el FBI a través de Interpol. En los Estados Unidos detectaron que en la Argentina se traficaban imágenes pornográficas infantiles. Reunieron 350 fotos y las enviaron en un paquete a los investigadores porteños. Aunque los miembros de la banda de pedófilos tenían una especie de programa o dispositivo que anulaba las conexiones IP, los agentes pudieron identificar desde qué computadores se enviaba ese material.

En un ciber de Balvanera se detuvo a un adulto.

En el ciber de Balvanera se secuestraron diez servidores y se detuvo a un mayor  que traficaba pornografía infantil. En su casa, que también fue allanada, se secuestraron catálogos de ropa interior femenina para niños y dvds. El área de Laboratorio Químico Pericial encontró rastros de semen y sangre en la ropa y varios elementos de la cama. Es por eso que se investiga si cometieron abusos sexuales contra menores. El local fue clausurado. Por ley, las computadoras deben tener un filtro que prohíba el ingreso a las páginas pornográficas.

“Lo primero que se hizo fue un ciberpatrullaje. Es decir, los expertos investigaron en Internet y encontraron información valiosa para dar con los detenidos. Se sospecha que en  la red de pedofilia hay más involucrados”, dijo a EG una fuente de la Policía Metropolitana. A través de un software especial, el FBI detectó que desde la Argentina se estaba realizando un tráfico de imágenes pornográficas infantiles, que está tipificada en el Artículo 128 del Código Penal.

“Estos rastrillajes se realizaron mediantes parámetros de búsquedas a través de exploradores, buscadores y programas específicos que permitieron detectar ‘la punta del ovillo’, y luego se puedo seguir a través de toda la web hasta llegar al objetivo”, explicó el Comisionado Gabriel Rojas jefe del área. Los allanamientos estuvieron a cargo de la División Investigaciones Telemáticas.

Según registros de la Justicia, en los últimos tres años se detuvieron a 75 pedófilos en el país.  En el  70 por ciento de los casos hubo intercambios de imágenes por internet. La ONG Alerta Vida, una red de 250 voluntarios que se dedica a cazar y buscar bandas de pedófilos en Internet, descubrieron en la web a 30 pedófilos.

 

 


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