Es una derivación absolutamente impensada de la causa que se impulsó a partir de los textos del chofer Centeno que llegaron a manos del juez Claudio Bonadio en forma de ocho cuadernos. La aprobación de la candidata del Gobierno para hacerse cargo de la Procuración General, Inés Weinberg de Roca, a quien el presidente Macri conoció en un gimnasio, tiene un futuro incierto.
Sucede que el hijo de su pareja, Eduardo Roca, aparece mencionado en el mediático expediente de la mano de Ernesto Clarens, el financista a quien se se señala como el supuesto responsable de sacar el dinero de las coimas en viajes relámpagos a Uruguay, que al parecer no quedaron registrados en las anotaciones que deberían figurar en la dirección de Migraciones.
Roca padre fue diplomático durante la dictadura militar y luego fundó un estudio de abogados en el que también despachó su hijo, del mismo nombre. Roca hijo y Clarens compartieron múltiples negocios en la Patagonia y esos datos llegaron a los senadores del PJ, que son la llave para conseguir el nombramiento de la nueva procuradora propuesta por el Ejecutivo.
Weinberg de Roca había pasado sin mayores sobresaltos la audiencia pública en el Senado, pese a las objeciones a su postulación presentada por organismos de derechos humanos y al hecho de haber sido acusada de haber cobrado doble sueldo cuando prestó servicios en tribunales internacionales y al mismo tiempo integraba el máximo tribunal de la ciudad de Buenos Aires, a donde llegó de la mano de Macri.
Para hoy estaba prevista la sesión de la Comisión de Acuerdos, pero se levantó por falta de consenso. «Finalmente se suspendió la reunión de la Comisión de Acuerdos, citada para este mediodía, ante la ausencia de legisladores en Buenos Aires y, sobre todo, una falta de interés por parte del PJ como del oficialismo para avanzar con el pliego», consigna el sitio el Parlamentario.
«Sin dudas la gran expectativa en el Congreso está puesta en el envío del Presupuesto 2019, que el Poder Ejecutivo tiene como límite girar hasta el 15 de septiembre. Por el momento las negociaciones entre la oposición y Cambiemos se ven paralizadas y esperan a la llegada de la “ley de leyes”, donde el oficialismo deberá poner todos sus esfuerzos en conseguir los acuerdos necesarios para sacar un presupuesto que cumpla con los requerimientos del FMI», agrega el sitio.
Pero el verdadero motivo sería el hijo Roca, que se convirtió en el escollo. «Parte de la información que llegó al Senado ya fue corroborada por los investigadores. Es que del análisis de los documentos que involucran a ex funcionarios del kirchnerismo y a empresarios en una trama de pago de coimas, surge que Eduardo Roca (hijo) compartió varios negocios con el financista Ernesto Clarens, uno de los imputados que busca ser beneficiado como arrepentido pero aún no logró que el juez Claudio Bonadio le homologue el acuerdo. «Roca es socio, amigo y cerebro jurídico de todas las jugadas que hizo Clarens en los últimos años», describen», precisa Infobae.
Una nota de La Nación recuerda que Clarens hizo carrera en la Patagonia, en compañía de Roca hijo. «Armó las financieras Invernes y Credisol -que operó con la sociedad hotelera Hotesur-, y tejió durante décadas estrechas relaciones con el banquero Jorge Brito, dueño del banco Macro, y con Lázaro Báez. Credisol deja en evidencia la profusión de vínculos de Clarens. Incluye al abogado Eduardo Roca, con quien comparte Patagonia Financial Services y Excel Servicios Aéreos. Y juntos son dos eslabones de una cadena que abarca negocios en Venezuela, de la mano del abogado Horacio Díaz Sieiro, del empresario Juan José Levy, y el ya detenido José María Olazagasti, el hombre de confianza del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido», dice el diario que reveló la trama de los cuadernos.