La reapertura del dictamen que pretende regular las medidas cautelares para incorporar modificaciones reclamadas desde el propio kirchnerismo provocó hoy un cruce en el Senado entre el viceministro de Justicia, Julián Alvarez, y el presidente del CELS, Horacio Verbitsky.
«El proyecto no refleja la voluntad que anunció la Presidenta», expresó Verbitsky tras las aclaraciones formuladas por Alvarez, integrante de La Cámpora, sobre las incorporaciones al proyecto. El representante del CELS explicó que «no es cierto que el 7 de marzo tuvimos el proyecto. Ahí se nos informó que habría un proyecto y dijimos que nos parecía muy bien. Pero no lo tuvimos».
La polémica surgió en torno al reclamo del CELS para que se incorpore la protección a los «sectores vulnerables» en las limitaciones a las cautelares.
Alvarez sugirió que se agregue el concepto de «vida digna» para «que no quede más duda que este proyecto de ley viene a proteger los intereses de los vulnerables y a terminar con los de las corporaciones». «Si (el secretario) cree que con vida digna está contemplado lo que dice la Convención (Interamericana de Derechos Humanos), mejor seria mencionarlo», retrucó Verbitsky.
El texto que propuso el presidente del CELS explicitaba las excepciones a la limitación de las cautelares respecto de la protección de derechos de grupos en situación de vulnerabilidad, derechos a la salud, sindicales, de usuarios y consumidores y otros consagrados en la Constitución Nacional y la Convención Americana de Derechos Humanos.
«Creemos que esta fórmula que hemos presentado es una buena fórmula», sostuvo el periodista después de leer el texto que proponía el Centro incorporar al proyecto.
Verbitsky consideró que el proyecto oficial tiene «objeciones de tipo constitucional» y apuntó que hubo «una redacción apurada, imprecisa e incompleta» y recordó que «en 30 años hemos utilizado las cautelares en los Derechos Humanos».
«Es un instrumento muy importante que no debería ser afectado por una reforma que tiende a la democratización de la justicia tal como está presentado el proyecto», indicó. Alvarez había estimado que los fundamentos del documento del CELS eran «erróneos, imprecisos y ayudan a la ensalada que generan quienes dan debate en los medios de TV y no en el Congreso». El funcionario también se quejó porque el CELS no objetó antes el proyecto. «Terminemos de dar argumentos a la patria zocalera para que instale el temor como hicieron en dictadura militar», señaló el funcionario.