| Falta de control

Cromañón: se siguen vendiendo los mismos materiales que provocaron la tragedia

El uso de pirotecnia dentro del local provocó el incendio. Las víctimas murieron por la intoxicación de monóxido de carbono y ácido cianhídrico que desprendían los materiales.

Los testigos dijeron que caía un talco negro del techo.

Los testigos dijeron que caía un talco negro del techo.

Por Analía Fangano*

A la tragedia de República Cromañon, la originan varios factores que determinaron el riesgo objetivo que implicó el desarrollo del recital de Callejeros.

La falta de capacitación del personal municipal encargado de verificar y controlar el local, el mal desempeño de bomberos y la ausencia de la justicia contravencional, que es la autoridad facultada para clausurar definitivamente, son algunas de las causas que precipitaron la tragedia.

El 8 de julio de 2005, Omar Chabán, gerenciador del boliche, en su primera declaración indagatoria relataba algo que luego los testigos ratificarían: durante la participación de la banda invitada Ojos Locos, se utilizó muchísima pirotecnia, y se detonaron bengalas, tres tiros, petardos y candelas.

También se pudo reconstruir que durante el intervalo de bandas, en el momento previo a Callejeros, se musicalizó con la canción Jijiji de los Redonditos de Ricota. En ese momento Omar Chabán desde la consola de sonido intervino para advertir y solicitar que cesara el uso de pirotecnia, las que el mismo refiere como “esas pelotitas”, luego interviene desde el escenario el líder de Callejeros, el presentador Cristian Cires (alias Lombriz), y posteriormente la banda empieza a tocar.

Uno de los fallecidos esa noche, desde el vip del boliche, ubicado en el primer piso, alcanza a filmar el comienzo de la tragedia.

Durante el juicio y con el aporte de los testimonios de las víctimas sobrevivientes presentes en el lugar, se logró reconstruir que, aproximadamente a las 22:40, “comenzó a bajar un humo del techo, como una nube de talco negro, con algunas partículas como doradas”.

El origen del foco ígneo que provoca el incendio, fue, la detonación de una candela sostenida por un menor de entre 8 y 11 años, subido en los hombros de un adulto, lo que logra que el fuego alcance aproximadamente unos 10 metros de altura.

La candela tiene una carga propulsora de entre 25 y 30 esferas encendidas, con una distancia de lanzamiento de entre 3 y 4 segundos entre sí, que transfieren color y luz, tienen un efecto lumínico y un sonido muy bajo casi imperceptible.

Una de esas esferas cruza la media sombra colocada en el techo del local y toma contacto con la guata adherida a la espuma de poliuretano.

Se inicia así el proceso de combustión que se extendió por aproximadamente 7 minutos más y, una vez finalizado los gases a altas temperaturas que se mantenían en la parte superior, comenzaron a enfriarse y a descender hacia el público.

Sumado a ello, el lugar cerrado y el corte de luz, determinaron el pánico, que aceleró el proceso de envenenamiento.

Los testigos describieron la espuma de poliuretano como “algo que se desprendía del techo, como brea caliente, en tiras”, o “algo chorreando”, “algo que cae”.

En ese momento el círculo de fuego, se calculó que se habría extendido a 1 metro de diámetro, en un lapso calculado en 3 o 4 minutos.

El humo de las bengalas preexistente en el lugar, no permitió a los chicos, advertir el fuego durante esos primeros minutos.

Las pericias realizadas por los técnicos del Instituto de Tecnología Industrial (INTI) y por los bomberos, determinaron que los materiales encendieron a 450 grados centígrados, y que el fuego se expandió más rápido que una mecha para explosivos, es decir aproximadamente a casi 4 metros por segundo.

Se constató que los fallecimientos se produjeron por la intoxicación de monóxido de carbono y ácido cianhídrico.

Los jueces del Tribunal Oral Nº 24, en la sentencia advierten, solicitan y notifican, en el apartado XLIV, al presidente de la Cámara de Diputados y a la Legislatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que se dicten las normas necesarias para la creación de un catálogo de uso de aquellos materiales industriales peligrosos (tales como la espuma de poliuretano) y se determinen las precauciones que deban adoptarse para garantizar la seguridad en su utilización.

También solicitan que se verifique la creación de un organismo que se encargue del control y certificación periódica de dichos materiales.

Están dadas todas las condiciones para que Cromañon se vuelva a repetir, es muy simple adquirir alguno de estos materiales ya que no está prohibido por los códigos y pueden seguir utilizándose libremente.

*Abogada

 

 

 

 

 

 

 


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