El conflicto entre la diputada Elisa Carrió y el presidente de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti se ha convertido en un laberinto para el Gobierno de difícil pronóstico.No puede dejar sola a una de sus principales figuras y tampoco puede tensar la cuerda con el titular del Poder Judicial, un aliado del macrismo.
El diputado de Cambiemos Pablo Tonelli admitió hoy que el pedido de juicio político presentado por Carrió contra Lorenzetti, no fue tratado en la reunión de bloque. Con lo cual puede darse la paradoja que el proceso contra el titular de la Corte sea impulsado por Carrió con el apoyo de legisladores del Frente para la Victoria.
La estrategia oficial es desplegar una red para mitigar los daños: por eso el ministro de Justicia, Germán Garavano, y la vicepresidente Gabriela Michetti tomaron distancia en forma pública del pedido de juicio político contra el presidente de la Corte.
Ayer, la Secretaria General del partido de Carrió, Maricel Etchecoin, el diputado nacional Fernando Sánchez y el legislador porteño Maximiliano Ferraro, pidieron en un comunicado que el titular de la Corte difunda su declaración de bienes. «No necesitamos cartas de Lorenzetti, lo que queremos es que muestre sus declaraciones juradas», subrayaron.
«Nuestro país no requiere de intercambios epistolares. Lo que necesita son jueces probos, independientes y sin patrimonio oculto», se indicó en el comunicado.
Etchecoin, Sánchez y Ferraro afirmaron que Lorenzetti no se comporta de modo transparente y cuestionaron su réplica a las denuncias de Carrió. «Esto no se trata de una guerra, se trata de transparencia y de trabajar de cara a la ciudadanía, algo que no estaría sucediendo en el caso de Lorenzetti», afirmaron.
La respuesta a Lorenzetti de parte de la CC-ARI llegó luego de que el presidente de la Corte le enviara una carta documento a Carrió en la que le confirmó que la demandará judicialmente por «daños».
La diputada nacional presentó un pedido de juicio político contra el magistrado por presunto mal desempeño de sus funciones. Además, en una denuncia penal, lo vinculó con la mutual Pyme Rural, una de las financieras investigadas por haber descontado cheques librados por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) que provenían del Programa Fútbol para Todos, una investigación que está en manos de la jueza federal María Servini de Cubría.
«El presidente de la Corte considera una declaración de guerra que se le requiera que rinda cuenta de su patrimonio ante la sociedad. ¿Por qué es esa una obligación para todos los argentinos excepto para algunos privilegiados? Tendría que ser una iniciativa de Lorenzetti y no un pedido nuestro la publicación inmediata de sus declaraciones juradas», plantearon en el comunicado los referentes de la CC.
La legisladora dijo que se presentará entre hoy y mañana en la AFIP para que el organismo recaudador verifique su «empobrecimiento» y no su «enriquecimiento»; afirmó que tiene la «conciencia tranquila», y sostuvo que está a «disposición de la Justicia», ante la reapertura de una causa por presunto enriquecimiento ilícito y en el marco del conflicto que mantiene con el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.
«Hoy o mañana me estoy presentando ante al AFIP para que hagan un análisis desde 1994, para comprobar mi empobrecimiento, no mi enriquecimiento», sostuvo Carrió en declaraciones a radio La Red, en las que agradeció además el apoyo que recibió por parte del presidente Mauricio Macri, quien el lunes último, a través de las redes sociales, expresó su respaldo a la líder de la Coalición Cívica y cofundadora del frente Cambiemos.
La diputada de la Coalición Cívica sostuvo que «no» va a contestar las dos cartas documentos que le envió Lorenzetti en los últimos días, en especial la última de ellas -recibida ayer-, anunciando que la demandará judicialmente por «daños» a raíz de no haber desmentido públicamente afirmaciones en relación a su persona, que el ministro del máximo tribunal consideró lesivas de su «honor» y su «imagen personal».
«Para mí, el caso terminó. Cumplimos con el deber constitucional de que se analice su mal desempeño. No tengo apuro. El está en su derecho y yo no voy a contestar telegramas», indicó Carrió.
En relación a su patrimonio, la legisladora indicó que tiene «todo perfecto», y precisó que cuenta con «una casa a medio construir» que está haciendo con el dinero que ganó de un juicio del año 1991.
«Eran 10 millones (de pesos). Me descontaron 3 millones de impuestos. El año pasado pagué 500 mil pesos de Ganancias por los descuentos de la cámara (de Diputados), los libros que vendo y mi sueldo en el instituto (Hanna Arendt) de 30 mil pesos, donde doy clases», precisó la diputada.
Por último, Carrió recordó que fue querellada «por calumnias e injurias por todos los corruptos de este país» y dijo que, si en este caso pierde, «Lorenzetti se quedará con el único bien que tengo que es esta casa que estoy construyendo y yo me iré a un geriátrico».
«Tengo la conciencia tranquila. Estoy a disposición de la Justicia. Yo le he puesto el cuerpo a la corrupción durante 20 años y me tengo que cubrir, no puedo estar absolutamente indefensa», concluyó.