El músico Gustavo Cordera deberá presentarse en los tribunales de Comodoro Py a declarar como imputado por haber dicho, en una charla con alumnos de periodismo, que «hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo».
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral lo convocó para el jueves 15 de marzo próximo a la audiencia de declaración indagatoria, haciendo lugar al requerimiento que el 7 de diciembre pasado había formulado el fiscal federal Ramiro González bajo el cargo de «incitación a la violencia colectiva».
El funcionario del Ministerio Público consideró que con los testimonios reunidos en la causa «se encuentra probado» que el ex cantante de la banda Bersuit Vergarabat «públicamente incitó a la violencia contra las mujeres» durante una charla que dio en la escuela de periodismo TEA Arte.
Allí, ante unos 30 estudiantes, el 8 de agosto último, el artista declaró que «hay mujeres que necesitan, porque son histéricas y necesitan para tener sexo, ser violadas porque lo necesitan y psicológicamente lo necesitan porque tienen culpa y porque no quieren tener sexo libremente».
Y dijo que Cristian Aldana, cantante del grupo El Otro Yo, «coge con pendejas desde hace muchos años, ¿ahora abuso se llama eso? Pero esa es otra de las aberraciones de la ley (…) la aberración es que una pendeja de 16 años con una concha caliente así te quiera coger y vos no te la cojas», según figura en la causa judicial.
Para el fiscal, «el destinatario de los dichos de Cordera se encuentra individualizado y serían las mujeres, quienes deberían ser violadas en caso de ser ‘histéricas'» y «en caso de que tengan 13 años deberían los adultos poder tener relaciones con ellas ya que lo contrario sería ‘una aberración de la ley’ o una injusticia».
«Los dichos de Cordera no fueron brindados en un contexto privado o familiar si no, por el contrario, frente a una cámara que se encontraba filmándolo y un auditorio en el que había periodistas y estudiantes de periodismo quienes se encontraban registrando las declaraciones», remarcó.
El funcionario judicial subrayó que «sus afirmaciones constituyen una grave violación a los derechos humanos en tanto importan la negación de la dignidad intrínseca de las personas». El artículo 212 del Código Penal que invocó la fiscalía castiga «con prisión de tres a seis años el que públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones, por la sola incitación».
Cordera pidió después «perdón» e intentó explicar que había vertido sus dichos durante un «ejercicio de psicodrama» frente a los alumnos, uno de los cuales difundió sus declaraciones, pero directivos de la institución aclararon que no se trató de un «psicodrama ni fue pactada ninguna provocación».