El ex dueño de la empresa de transporte La Veloz del Norte, Marcos Jacobo Levin, fue condenado a 12 años de prisión por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.
Levin fue sentenciado por la privación ilegítima de la libertad de Víctor Cobos, ex empleado de su empresa que en esa época fue delegado gremial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Cobos estuvo secuestrado en la Comisaría 4ta. de Salta Capital, donde recibió castigos físicos y psicológicos, y fue amedrentado de tal forma que padece consecuencias hasta la actualidad.
Además del empresario, los ex policías Víctor Bocos y Víctor Hugo Almirón también fueron condenados a 12 años, mientras al ex agente Enrique Cardozo se le impusieron ocho años por encontrarlo responsable de torturas.
El fiscal Francisco Snopek había solicitado 18 años para Levin, 17 para Bocos y Almirón y 16 para Cardozo. La querella requería 20 para el empresario y 18 para los ex miembros de la fuerza policial.
Y los abogados de los acusados, Marcelo Arancibia y Federico Petrina, habían requerido el sobreseimiento de los acusados.
La causa contra Levin y los ex policías se inició en octubre del año pasado y en ella hubo testimonios determinantes como el del presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky.
El tribunal que dictó el fallo estuvo compuesto por Carlos Enrique Giménez Montilla, Gabriel Casas y Federico Díaz.
Esta es la primera vez que la justicia argentina analiza la responsabilidad empresaria en el contexto del terrorismo de Estado: el primer juicio que entiende que hubo intervención empresaria para deshacerse de delegados y trabajadores combativos y disciplinar a los operarios