
La mamá de Facundo no está conforme con la actuación del fiscal.
El supuesto instructor canino Marcos Herrero, quien participó en el marco de los rastrillajes en la investigación por la muerte y desaparición de Facundo Astudillo Castro, en plena pandemia por el coronavirus, recibió una condena de siete años de prisión por plantar pruebas falsas en la causa para incriminar a la policía.
Astudillo Castro había desaparecido en abril del 2020 luego de un control policial y su cadáver fue encontrado tres meses y medio después en un sector ubicado en una zona de cangrejales de la localidad de General Daniel Cerri, en el partido de Bahía Blanca.
Herrero dijo en la casa que sus perros habían detectado el rastro de olor de Astudillo Castro en móviles policiales y en un calabozo del Puesto de Vigilancia de Teniente Origone de la policía bonaerense, donde incluso el ahora condenado fue acusado de haber “plantado” un amuleto que le pertenecía al joven desaparecido. Todo era mentira.
Direccionar el caso
En su alegato, el fiscal Gabriel González Da Silva sostuvo que “todo fue una burda mentira para direccionar el caso, en principio contra cuatro agentes policiales en concreto, aunque la pretensión procuraba llegar a esferas más altas en principio de la policía bonaerense y reforzar la hipótesis que manejaba la querella”.
El fiscal general remarcó que el imputado “presentó una hipótesis muy delicada como es la desaparición forzada de una persona en democracia en manos de nuestros policías” y agregó que “puso en juego el delicado sentido que tienen los desaparecidos para todos los argentinos para emplearlo en un ardid que a él, y ciertamente también a otros, beneficiaba”.
Herrero fue condenado por el Tribunal Oral Criminal Federal de Bahía Blanca, integrado en forma unipersonal por el juez Ernesto Sebastián, tras un juicio oral que se llevó a cabo a través de videoconferencia.
El magistrado condenó al perito canino de 49 años, que es oriundo de Viedma, Río Negro, a la pena de 7 años de prisión por el delito de «falso testimonio reiterado agravado» por un total de siete hechos como así también la inhabilitación absoluta por el doble de tiempo de la condena.
Otra condena previa
También en la parte dispositiva del fallo, el magistrado ordenó que se unifique la presente condena con otra que había sido impuesta el 21 de marzo del 2023 por un Tribunal Penal N°2 del poder Judicial de Mendoza por el delito de «encubrimiento simple».
Voceros judiciales indicaron que el juez del Tribunal Oral Federal impuso entonces que se aplique una pena única de 7 años y 8 meses de prisión al perito canino quien en la actualidad cumple en Viedma con arresto domiciliario.
Según se señaló, Herrero continuará con dicho beneficio hasta que el fallo quede firme y en el que además deberá cumplir con ciertas reglas de conducta como fijar y mantener domicilio, prohibición de salida del país y que en un plazo de cinco días entregue su respectivo pasaporte en caso que lo posea.
Según la causa que encabezó el fiscal Santiago Ulpiano Martínez el adiestrador «procuró incorporar a la causa conclusiones mendaces y pruebas plantadas, con el claro objeto de incriminar a los miembros de las fuerzas policiales en la desaparición de Astudillo».
En ese sentido, el fiscal había señalado en la elevación a juicio que el perito «inducía a sus perros a que adoptaran determinados comportamientos para luego impartirle una interpretación incriminante, manifestando que habían hallado olores de Astudillo».
En ese sentido se había indicado que entre otros Herrero había colocado elementos de prueba en escenas rastrilladas como un amuleto en forma de sandía y dos piedras turmalinas.
Facundo Astudillo Castro desapareció el 30 de abril de 2020 hasta que su cuerpo se encontró en el cangrejal del estuario de Bahía Blanca el 15 de agosto.
En el marco del expediente la autopsia la realizaron expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) quienes determinaron que había muerto como consecuencia de una «asfixia por sumersión».