El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán condenó a nueve de los 11 imputados por el homicidio y desaparición forzada de Luis Armando Espinoza y la privación de libertad de su hermano, Juan Antonio Espinoza.

Cuatro de los agentes -José Morales, Héctor Montenegro, Gerardo González y Claudio Zelaya- recibieron prisión perpetua.

También hubo penas de 12 años, 7 años y 5 años para Myriam González, Carlos Romano, José María Paz y René Ardiles. Por otro lado, Héctor Villavicencio y Gonzalo González no recibieron condenas.

Espinoza fue atacado el 15 de mayo de 2020 por la policía durante un operativo realizado por un festival de caballos cuadreros en el paraje de Melcho, de la ciudad de Simoca, y su cadáver apareció una semana después en territorio catamarqueño, adonde fue arrojado por un barranco envuelto en bolsas de plástico.

«No tienen perdón de Dios por lo que hicieron con mi hijo. Se terminó la vida de él y se terminó la vida de todos nosotros», dijo Gladys Espinoza -madre de la víctima- antes de la lectura de la sentencia.

Cómo fue el ataque

Los hechos ocurrieron el 15 de mayo de 2020 durante un procedimiento policial para dispersar una reunión durante la vigencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de Covid-19, y el cuerpo de Luis Espinoza apareció sin vida siete días después en la provincia de Catamarca.

Los resultados de los peritajes realizados en el Laboratorio de Criminalística del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) determinaron que la bala que impactó en uno de los omóplatos de la víctima salió de un arma reglamentaria que pertenecía al agente José Morales.

La investigación demostró que a Espinoza lo mataron en Melcho, luego llevaron su cuerpo hasta la comisaría de Monteagudo y, finalmente, lo descartaron en Catamarca, donde lo tiraron por un barranco envuelto en plástico.