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Condenan a la cúpula de una comisaría por varios delitos

Fueron condenados por extorsión, secuestros y encubrimiento de bandas delictivas. Cobraban por no armas causas. Recibieron penas de hasta 16 años de prisión.

policia rosarioCinco policías, entre ellos dos comisarios, fueron condenados por la justicia rosarina a cumplir penas de entre 6 y 16 años de prisión por perpetrar robos, extorsión a personas detenidas, secuestros y encubrir acciones de grupos delictivos.
Además, el tribunal conformado por los jueces Hernán Postma, Mónica Lamperti y Hebe Marcogliese impuso una multa económica de 20 mil pesos a cada uno y los inhabilitó por diez años para ocupar cargos en la función pública.
De acuerdo con la acusación, los representantes de la cúpula policial de la comisaría 19 durante 2014 pidieron coimas a personas involucradas en hechos delictivos para liberarlas o armaban causas penales contra quienes rechazaban su extorsión.
Los jueces condenaron al comisario Guillermo Ruiz Díaz y al subcomisario Daniel Farini a 16 años de prisión, mientras para el subinspector Víctor D’Angelo dictaron una condena a 12 años.
En tanto, el suboficial principal José Antonio Galván (chofer del comisario) fue condenado a 9 años de prisión efectiva y la suboficial Lucrecia Bustos, a 6.
En todos los casos, los delitos fueron con el cargo de figura agravada por su condición de funcionarios policiales.
La justicia consideró que los cinco policías conformaron una asociación ilícita para cometer delitos aprovechándose de situaciones en las que debían intervenir oficialmente, como el pedido de dinero a vecinos para no inventarles causa penales o la sustracción de bienes en falsos procedimientos.
El primero de los hechos por el que fueron condenados fue cometido el 16 de marzo de 2014, tras un tiroteo entre dos motociclistas.
Según el fallo, los policías visitaron a las víctimas en el hospital, donde les exigieron dinero para no armarles una imputación más grave, y luego irrumpieron sin orden de allanamiento en la casa de uno de ellos, lo secuestraron y le robaron su moto.
El joven fue liberado doce horas más tarde luego de que su familia pagara 30 mil pesos, sostuvo la sentencia.
Otro procedimiento con fines delictivos fue perpetrado el 26 de junio, cuando un camionero fue golpeado y detenido tras una falsa persecución.
Tras ser liberado, el chofer fue a la fiscalía y dijo que miraba televisión cuando escuchó el ruido de un choque y salió a ayudar a quienes iban en el auto, pero luego llegó la policía y lo ingresó a los golpes de nuevo a su casa, donde lo esposaron y le robaron dinero que tenía ahorrado.
Un hermano del camionero reveló que cuando fue a la comisaría a averiguar sobre su situación le exigieron cinco mil pesos a cambio de su liberación.
El fiscal Adrián Mac Cormack señaló que los policías «se dedicaban a extorsionar a personas de su jurisdicción» y que se movían en «las falencias del sistema para lograr impunidad». Mac Cormack explicó que tenían dos modus operandi: «A las personas involucradas en la comisión de un delito las extorsionaban, dado que a cambio de dinero los desvinculaban del hecho o no las identificaban por plata».
«Es decir, se producía la venta de impunidad», acotó.
Finalmente, señaló que «en otros casos, a quienes no habían cometido ningún delito los hacían aparecer como autores de alguno y a cambio de dinero las beneficiaban en su situación procesal».