El último dictador y ex general de división Reynaldo Benito Bignone, de 85 años, fue condenado hoy a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad perpetrados en Campo de Mayo entre cuyas víctimas hubo siete mujeres embarazadas.
Es la cuarta sentencia condenatoria recibida por el militar que en 1983 condujo la transición de la dictadura a la democracia: en 2010 y 2011 ya había recibido perpetua, más otras sentencias a 25 años y 15 años, respectivamente.
El Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de San Martín lo encontró culpable de secuestros, tormentos y desapariciones producidas en el centro clandestino de detención que funcionó en la mayor guarnición militar del país.
También dictó prisión perpetua para otros cuatro militares enjuiciados: Santiago Omar Riveros (ex jefe del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo), Luis Sadi Pepa, Eduardo Corrado y Carlos Macedra.
E impuso castigos de 25 años de cárcel a Carlos José Somoza, de 20 años a Hugo Castagno Monge y Julio San Román y de 16 años a Eugenio Guañabens Perelló.
Además, a los esposos Carlos del Señor Hidalgo Garzón y María Francisca Morillo los condenó a 15 y 12 años de prisión, por la apropiación ilegal María Catalina Sánchez Ovando, que nació en cautiverio en Campo de Mayo.
El TOF estuvo integrado por los jueces Héctor Sagretti, Daniel Cisnero y Daniel Petrone, quienes dispusieron que la lectura de los fundamentos del fallo sea leída el próximo 14 de mayo.
En este juicio se ventiló el destino que tuvieron, entre otras víctimas, siete mujeres que al momento de ser detenidas estaban embarazadas: Isabel Acuña, Miryam Ovando, Susana Stritzler, Beatriz Recchia, Marta Graciela Álvarez, Ana María Lanzilotto y María Eva Duarte.