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Cómo fue la reunión secreta entre Lorenzetti y el arzobispo de Buenos Aires

Fue el primer encuentro entre el titular del Poder Judicial y el jefe de la Iglesia.

Fue el primer encuentro entre el titular del Poder Judicial y el jefe de la Iglesia Católica.

El Arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, pasó ayer por la mañana por el Palacio de Tribunales. Desconocido para la mayoría, llegó con un solo colaborador y subió por el ascensor VIP de la planta baja hasta el cuarto piso donde lo esperaba Ricardo Lorenzetti. Luego de las fotos de rigor, en el Salón de los Embajadores, el hombre designado por Jorge Bergoglio mantuvo un encuentro de 40 minutos con el titular del máximo tribunal. Hermetismo total, nadie supo o quiso contar nada de lo que hablaron.

A diferencia de su antecesor,  gran animador de tertulias con sindicalistas y políticos, Poli disfruta de las reuniones por así decirlo “bilaterales”, sin demasiadas personas. Al actual Papa era habitual verlo cada quince o veinte días por la Corte para saludar a su gran amigo Juan Carlos Maqueda pero Poli no tiene ningún punto de referencia en esos despachos. El encuentro con Lorenzetti era esperado por distintos motivos.

El más previsible era el de la reforma del Código Civil y Comercial. La Iglesia tiene una serie de cuestionamientos a esa nueva estructura legal ideada por Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco (en particular sobre los temas ligados a derecho de familia).  El presidente de la Corte cree que la reforma no verá la luz este año en el Congreso  y le comentó a Poli que lo cree así porque los fallos adversos contra la reforma al Consejo de la Magistratura resentirán más de lo que ya está su relación con el Gobierno.  Quedó muy atrás el acto en el cual Cristina Fernández presentó el paquete de leyes sentada al lado de Lorenzetti y en el porwer point se vio el anuncio del nuevo Código.

Inflexible, Poli le recordó que si el proyecto en algún momento se tratara en el plano legislativo la Iglesia lanzaría, a como de lugar, una suerte de “guerra santa” similar al caso del matrimonio igualitario pero con la potencia propia de contar con un Papa empapado de la política local.

El tema villas también es seguido de cerca en la relación de la curia con la Justicia.  Poli, al igual que Bergoglio, ve con buenos ojos la posibilidad de crear juzgados especiales para causas originadas en poblaciones marginales como ya ocurre en la Capital Federal, en el juzgado contencioso de Roberto Gallardo. Así se lo deslizó a Lorenzetti.

Comentarios más light sobre el rumor de que, durante su estadía en Italia, Eugenio Zaffaroni había mantenido un encuentro secreto con Bergoglio. “Hay demasiada imaginación y teorías conspirativas, Zaffaroni estuvo muy lejos de Roma y nunca tuvo relación con el Papa”, recordó Poli.

 


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