Más de 400 policías y la presencia del Grupo Halcón, del Ejército, de la Gendarmería Nacional, de la Prefectura, de la Policía bonaerense y de la Policía Federal Argentina (con unidades de Bomberos y del Grupo Especial de Rescate) conforman el operativo de seguridad que en estos momentos envuelve como una red de protección a las zonas más afectadas de La Plata: los barrios de Los Hornos, Villa Elvira, San Carlos y Tolosa. Todo, supervisado en el mismo territorio por el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, y por el Ministerio de Seguridad de la provincia, encabezado por Ricardo Casal, que dispuso una operación con señales lumínicas, balizas y personal de a pie.
Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación se informa que “se puso en marcha a partir del martes a la madrugada un dispositivo de rescate y asistencia a la población de la ciudad de Buenos Aires y la localidad de La Plata, severamente afectadas por un temporal”. Las tres fuerzas federales asignaron efectivos, camionetas, vehículos utilitarios, camiones, embarcaciones, helicópteros y dotaciones de Bomberos para ayudar a los vecinos y realizar patrullajes en los barrios más castigados. Por su parte, el ministro Casal expresó el día miércoles que sus fuerzas “van a ir testeando en cada casa la existencia o no de ocupantes, para supervisar si las casas están vacías porque sus ocupantes están en algún centro de evacuados o verificar si adentro de alguna casa quedó alguna persona inmovilizada por la inundación”.
A la respuesta federal se sumó, también, la presencia de unidades satelitales de comunicación, una base de operaciones móviles para incidentes mayores y grupos electrógenos para brindar energía a los vecinos. En la Ciudad de Buenos Aires, se instalaron puestos fijos de observación durante la noche en los cruces de Plaza y Balbin, Melián y General Paz, y García del Río y Jaramillo.
“Hemos dispuesto un amplio operativo de prevención. Hay quienes se quieren aprovechar de la situación”, había indicado el gobernador Daniel Scioli luego de reunirse con la presidenta Cristina Fernández, el día miércoles. “El Gobernador pidió expresamente cuidar a los damnificados, evitar que sufran aún más daños o robos”, agregaba el ministro de Seguridad, Ricardo Casal, teniendo en cuenta el saqueo relámpago que protagonizó un centenar de personas contra el supermercado Vea de la calle 530, entre 17 y 18. Además, Casal explicaba que “el gobernador nos ha pedido que les trasmitamos tranquilidad, pero fundamentalmente queremos decirles a los que se han quedado en sus casas, que van a ser cuidados todas estas noches y a los que no están en sus hogares, les decimos que se queden tranquilos que vamos a proteger sus bienes. A todos aquellos que tuvieren alguna intención de estrago en el sentido de que quieran aprovechar esta situación, les advertimos que la Policía, con Gendarmería, Prefectura y todas las fuerzas federales que están trabajando estarán muy atentos para evitar que le provoquen algún daño mayor a alguno de nuestros vecinos”.
La tormenta dejó a la capital de la provincia en estado de catástrofe y la propia Presidenta, luego visitar las zonas más afectadas, consideró el día miércoles que los habitantes temen por su seguridad. Pidió “mucha vigilancia y seguridad” y dijo que “la gente lo que tiene es temor, más allá de lo que perdió, tiene miedo ahora a la noche, por la seguridad”. En su paso por el terreno, Cristina Fernández pudo dialogar con algunos de los vecinos damnificados, que le manifestaron que el martes por la noche vieron “caras extrañas”. Cristina solicitó que el personal involucrado en la ayuda a los afectados llevara pecheras o algún elemento que los permitan identificar y decretó tres días de duelo en memoria de las víctimas, a través del decreto 341/13.
El temporal –que trajo 311 milímetros de agua en poco más de tres horas- provocó la muerte a al menos 57 personas y la evacuación forzosa de unas tres mil.