MenúPor Ignacio Ramirez.-
Torturaban, secuestraban, robaban propiedades y usaban métodos poco ortodoxos en el mundo del hampa. Cayó una temida banda de escruchantes que operaba en la zona Oeste de Buenos Aires conocida por sus métodos de tortura a sus víctimas: «La Banda de Los Picaneros».
La organización de ladrones era conformada por cuatro jóvenes de entre 20 y 30 años y un menor que se habían conocido de circuito de la noche del Oeste del Gran Buenos Aires.
Los allanamientos realizados por la policía bonaerense se efectuaron en la madrugada porque los efectivos de investigación contaban el dato que era el día que descansaban los delincuentes, ya que no abrían los boliches y por esto los escruchantes iban a estar en sus domicilios.
“Torturaban hasta que las victimas les daban lo que querían, llama la atención la violencia desmedida que relataron los damnificados, y la gran cantidad de hechos efectuados en el último año, aunque creemos que operan en la zona desde el 2013”, confía uno de los efectivos que realizó la investigación previa que culminó con los allanamientos y detenciones.
Los jóvenes eran policriminales: preferentemente hacían secuestros extorsivos y virtuales, entraderas y los actuales robos a casas no habitadas, conocidos en la jerga como escruches. La investigación policial da cuenta que la banda por lo menos esta relacionada directamente con 23 hechos en la zona oeste, aunque los efectivos están evaluando material secuestrado en los allanamientos y creen que la cifra se podría duplicar. El modus operante de los jóvenes ladrones era asaltar vehículos con pasajeros para posteriormente trasladar a las víctimas hasta sus propiedades para robarles.
Para esto utilizaban generalmente una picana para torturar a las víctimas y vulnerarlos rápidamente para que dieran información sobre sus pertenencias. La justicia los acusa de asociación Ilícita con varios robos calificados reiterados agravado por la participación de un menor, en poblado y en banda.
Los operativos efectuados por de la comisaría 5ta de Morón Villa Sarmiento y Comisaría Noroeste 2da de Ramos Mejía dieron como resultado el secuestro de dos revólveres calibre 38, 22, y 40 SW, una picana eléctrica, una bolsa con llaves vírgenes que se suelen utilizarse con parafina para vulnerar las puertas de entrada al ser introducidas en la cerradura y tomar una muestra de la llave a copiar, gran cantidad de celulares y chips, y llaves de domicilios y vehículos,
Los jóvenes además de torturar a sus víctimas hacían tareas de inteligencia en los boliches del circuito nocturno de la noche para poder así identificar familias de clase media para luego robar sus propiedades, o realizar secuestros.
“Las jóvenes eran seducidas para luego elegir víctimas de clase media de la zona. Se detecto que la noche y las discos eran en definitiva el lugar donde preferentemente cazaban sus victimas. Con excepción del robo automotor que era al voleo”, confío en investigador policial.
