Por Ignacio Ramírez.
Mañana, a las 8, comenzará el juicio oral a un presunto violador serial en los tribunales de Quilmes. Javier Alejandro Leiva (32), está acusado formalmente por cinco abusos sexuales que datan del 2010. El sospechoso fue arrestado horas después de su último ataque a una joven madre, quien fuera clave en la investigación y detención del agresor. Debido al reconocimiento posterior quedó preso el mismo día de su ataque. Gracias a un trabajo en conjunto de diferentes fiscales se logró inculpar a Leiva por cuatro casos más.
“Tenemos una expectativa de pena alta para este violador serial. Abuso sexual, acceso carnal agravado, rapto, robo y amenazas son algunas de las calificaciones de las figuras aberrantes que afrontara mañana Leiva. Sus víctimas eran chicas y señoras grandes”, dijo a CYR el abogado penalista que representa a dos de las víctimas, Sergio Doutres. La fiscalía temática de delitos sexuales está en condiciones de pedir hasta 40 años de prisión en función de lo que se pueda probar en el debate oral.
Fuentes cercanas a la causa informaron que en el debate ante el Tribunal Oral Nº 5 se podrá vincular los aberrantes vejámenes de Leiva con otras causas anteriores. La investigaciones policial, indica que los hechos podrían llegar a ser doce. Todos los hechos habrían ocurrido en la zona de Quilmes donde el sospechoso se movía habitualmente, ya que vivía en el asentamiento Los Alamos. En varias oportunidades la Justicia demoró al joven con antecedentes penales, pero luego recuperaba la libertad a las pocas horas por falta de pruebas.
Su última víctima fue una joven madre de 29 años que iba a buscar a su hija al colegio al mediodía. En el camino fue apresada por el violador y fue obligada a ir al predio del Polideportivo municipal de Quilmes oeste. Allí la víctima fue ultrajada y luego el violador le robó sus efectos personales, abandonando a su víctima en un estado de semiinconsciencia.
En medio de una crisis, la valiente mujer regresó a su casa, y de inmediato se dirigió con su marido a formalizar la denuncia en la comisaría 3ª de Quilmes Oeste. En un rápido operativo policial, efectivos de las comisarías 6ª y 3ª
de dicha localidad, lograron aprender al violador ya que contaban con las descripciones minuciosas físicas y de su vestimenta que había aportado la denunciante de su último ataque.
Leiva tenía una cicatriz en la nariz, pelo rapado y era delgado. Gracias a estos datos se lograron unificar varios casos anteriores ya que tenía antecedentes por causas similares pero por falta de pruebas en cada uno de los casos había sido liberado a las pocas horas.
La causa del último abuso fue investigada por la UFI 8, a cargo de la fiscal Roxana Meyer. El hecho fue caratulado: “Abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real con robo simple”.
Siete días después, el comisario mayor Pablo Otero, Jefe Departamental, confirmó que al menos cinco de las víctimas de abuso sexual atestiguaron en contra del violador de la cicatriz en rueda de reconocimiento.
El titular de la fiscalía descentralizada de Berazategui, Daniel Ichazo, también investigaba ataques sexuales en la jurisdicción de la comisaría 2ª de Berazategui. Allí Leiva estaba sospechado de ser el autor de los hechos producidos en la localidad de Ranelagh, dado que habría actuado con características similares al momento de su aprensión en Quilmes.