La transición en la Procuración General de la Nación ya comenzó. Alejandra Gils Carbó había presentado al presidente Mauricio Macri su renuncia con fecha del 31 de diciembre, después de haber sido impulsada por el Poder Ejecutivo a dejar su cargo una y otra vez desde que Cambiemos llegó al Gobierno.
La renuncia ya fue aceptada, pero Gils Carbó pidió además una licencia especial, con lo cual ya dejó de ejercer el control del Ministerio Público Fiscal, mientras el Gobierno envió un proyecto para modificar la ley que lo regula y que en la práctica le quita autonomía y lo convierte al nuevo procurador casi en un apéndice del Presidente, ya que lo deja a tiro de un decreto para cesar en su cargo.
“El procurador fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eduardo Casal, quedó interinamente a cargo del Ministerio Público Fiscal de la Nación, luego de que la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, comenzara ayer una licencia que se extenderá hasta el 10 de diciembre”, informó ayer la página oficial de la Procuración.
“Ante esa situación y teniendo en cuenta que a partir del próximo 31 de diciembre se hará efectiva la renuncia de la procuradora, Casal decidió que «dado el exiguo lapso que media entre la finalización de la licencia» de Gils Carbó y «la fecha en que operará la renuncia» resulta «conveniente, a fin de asegurar el buen funcionamiento de la Institución, introducir desde ahora los cambios de estructura que faciliten su conducción en la inminente etapa transitoria», según consignó en la resolución PGN 3405/17”, agrega la página.
Esto significa que en la práctica Casal ya nombrara a algunos funcionarios de su confianza para encabezar algunas secretarías y direcciones que tienen que ver con la administración oficialismo enviado al Congreso.del organismo, que según la reforma constitucional de 1994 se considera un extrapoder, independiente del Ejecutivo, algo que se va a barrer si se aprueba el proyecto del Ejecutivo.
Pero el interinato de Casal es parte de la transición hasta el Gobierno envía al Congreso el nombre del sucesor de Gils Carbó, que había sido designada tras la salida de Esteban Righi, como un coletazo del caso Ciccone que hoy se ventila en un juicio que tiene como acusado al ex vicepresidente Amado Boudou, que había provocado la salida de aquel.
Y la danza de candidatos sobre el sucesor no se detienen. En las últimas horas volvió a circular con fuerza el nombre de Guillermo Marijuán, el fiscal federal que investigó a Lázaro Báez en la causa que tramita el juez Sebastián Casanello, quien hace casi dos años ordenó el arresto del ex empresario.
Entre los fiscales en actividad circula información de primera mano. Una de las fuentes consultadas dijo a CyR que Pablo Clusellas, el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, un amigo de la infancia del Presidente Macri, fue quien le llevó la carpeta de Marijuán al primer mandatario.
Las mismas fuentes dicen que Julio Conte Grand, el actual procurador de la provincia de Buenos Aires, ex secretario Legal y Técnico de la Gobernador María Eugenia Vidal, fue otro de los hombres del oficialismo que respaldó la candidatura de Marijuán, un reconocido hincha de Racing, que también contaría con el respaldo de Sergio Massa, muy debilitado tras las últimas elecciones. Conte Grande se lo habría pedido al jefe de Gabinete, Marcos Peña.
No serían los únicos apoyos que habría sumado Marijuán. “Lo apoyan los tres Mahíques”, dicen en los tribunales de Retiro. Carlos Alberto Mahíques fue ministro de Justicia en el comienzo de la gestión de Vidal y hoy integra la Cámara de Casación Penal federal, su hijo Juan Bautista es el representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura y otro hijo, Ignacio, es fiscal federal. Otro de los apoyos sería el del ministro de Justicia, Germán Garavano, principal impulsor de la ley de reforma del Ministerio Público.