Cinco gendarmes, uno de ellos exonerado de la fuerza, fueron apresados en el barrio porteño de Nueva Pompeya cuando, con otros delincuentes que lograron escapar, intentaban ingresar a robar a una casa de insumos agropecuarios a través de un boquete practicado en el techo, informaron hoy fuentes policiales.
Las detenciones se concretaron cerca de las tres de esta madrugada tras una pesquisa iniciada por la Unidad Investigaciones Federales de la Policía Federal (PFA), que seguía los pasos de una banda acusada de robar en distintos comercios de la zona de Villa Pompeya, bajo la modalidad “escruche”, es decir aprovechando la ausencia de moradores o empleados de vigilancia.
Según dijeron los voceros consultados, los detectives de la PFA realizaron diversas tareas de inteligencia y escuchas telefónicas que revelaron que la banda planeaba un golpe en un depósito de materiales de forrajería situado en Gual 2635, entre General Fructuoso Rivera y Corrales.
Allí funciona una de las sucursales de la empresa Villa Nueva SA, que comercializa diversos productos como alambre, boyeros, picanas para transporte de ganado, guantes y esquiladoras.
Durante dicha investigación, la Policía había descubierto que los asaltantes contaban con la asistencia de personal de una fuerza de seguridad como “custodia” de la zona para poder entrar al depósito con tranquilidad y revisar el interior en busca de dinero o elementos con valor de reventa.
Con toda esta información, las autoridades se dirigieron al lugar y encontraron varios vehículos apostados en la zona con los gendarmes como “campana”, mientras que entre dos y tres delincuentes más ya habían subido al techo del depósito, habían hecho un agujero en una chapa y en esos momentos recorrían el interior del comercio.
Sin embargo, tan pronto como notaron la presencia policial estos subieron por el mismo lugar por el que habían entrado y, sin alcanzar a robar nada, escaparon por los techos de las viviendas vecinas.
En el lugar fueron apresados tres gendarmes en actividad, uniformados y de servicio en el momento, que estaban encargados de patrullar el barrio.
De acuerdo con el relato de los informantes, los tres gendarmes de servicio eran el encargado del Ford Focus móvil 234 de Gendarmería -también secuestrado en el lugar-, el chofer y una mujer gendarme, identificados respectivamente como el cabo primero Crispín Nieves Gamarra (36), Juan José Rivero y Rosana Rodríguez.
Por su parte, en la zona también fueron detenidos el cabo primero Cristian Ricardo Andino (33), un gendarme que presta servicios en la Secretaría General del Edificio Centinela, vestido de civil y a bordo de una camioneta Citroën Berlingo, y su hermano Mario Orlando Andino (39) a bordo de su Peugeot 308.
Este último había sido exonerado de la fuerza y está sindicado como el cabecilla de la banda.
También fue incautado un Chevrolet Onix en el que se presume que habían llegado los otros asaltantes, que había quedado estacionado en la cuadra, cuatro teléfonos celulares, una mochila con precintos de seguridad y dos pistolas Beretta calibre 9 milímetros con sus cargadores y municiones, pertenecientes a los gendarmes.
La principal hipótesis de los pesquisas es que los delincuentes explotaban el hecho de que ellos mismos eran quienes estaban encargados de la vigilancia del barrio para elegir los objetivos a robar sin que nadie pudiera detectarlos y custodiar la zona mientras sus cómplices perpetraban los robos, a quienes en caso de ser necesario podían alertarlos por celular para que escaparan, como ocurrió en esta oportunidad.
Todos los acusados fueron imputados del delito de “asociación ilícita, robos reiterados en poblado y en banda” y quedaron a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción 49, a cargo de María Dolores Fontbona de Pombo.
Cinco gendarmes detenidos acusados de integrar una banda de ladrones
Fueron arrestados por efectivos de la Federal, sospechan que estaban por robar un depósito en la zona. Según la acusación robaban en los mismos lugares que debían proteger.