La renuncia del juez penal Alfredo Barbarosch, célebre por haberse trompeado con varios colegas de la Cámara del Crimen se celebró entre los empleados al punto que le solicitaron al titular del gremio Julio Piumato un salón del sindicato para organizar un asado. El moyanista ya dio el ok y prometió darse una vuelta para los brindis.