La crisis tarifaria, seguida de la convulsión en el tipo de cambio, la devaluación y el pedido de asistencia al FMI repercute en decisiones del Gobierno en materia judicial, dicen fuentes de la Casa Rosada y del mundo judicial de Comodoro Py.
Mientras algunos dirigentes vuelven al ruedo -al menos para las fotos- como Ernesto Sanz, Cambiemos requiere de una urgente cohesión con sus socios de la UCR y por eso le daría al radicalismo el asiento vacante en la Cámara Nacional Electoral (CNE).
Se trata de un tribunal clave: no sólo tiene ahora en sus manos el futuro del principal partido de la oposición, tras la intervención del PJ ordenada por María Servini, sino que tendrá un papel clave en las elecciones presidenciales del año próximo, en la que se juega el futuro de la coalición de Gobierno.
Hoy se supo que el fiscal electoral Jorge Di Lello, se opuso a la intervención ordenada por Servini. «No puede soslayarse que los fundamentos de la sentencia, en su totalidad han sido solamente de carácter político y no jurídico, lo que evidentemente condujo a que se arribara a una conclusión alejada de los preceptos legales y de razonabilidad, que deben acompañar a cualquier intervención jurisdiccional», sostuvo el fiscal en su dictamen de 26 páginas.
Ese es el tema clave que debe resolver en lo inmediato el tribunal electoral. Tras la muerte de Rodolfo Munné, quedó vacante la vocalía en la CNE que encabezan Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera, por lo que se abrió un concurso que tuvo decenas de inscriptos y se realizó en noviembre del año pasado. Pero la vacante es una sola.