Por Patricio Gómez Talavera

A dos años de la muerte en accidente también aéreo del candidato presidencial y gobernador de Pernambuco Eduardo Campos, un helicóptero venido abajo terminó con la vida del  juez del Supremo Tribunal Federal, Teori Zavascki, de 68 años, en Paraty, Estado de Río de Janeiro. Magistrado de larga experiencia, había sido indicado en 2012 por Dilma, en reemplazo del paulista Cezar Peluso. ¿Cuál es la particularidad de la figura de Zavascki? Además de su reconocida imparcialidad, importante en horas donde las acusaciones van desde la simpatía tucana del juez Gilmar Mendes, hasta los supuestos proyectos presidenciales de Carmen Lùcia, presidenta del tribunal, Zavascki era el que llevaba en el Supremo Tribunal Federal (STF, Corte Suprema brasileña) la homologación de las delaciones de los 77 ejecutivos de Odebrecht, que involucraba a más de 400 políticos en coimas y hechos de corrupción. De hecho, el lunes 23 debía comenzar el proceso de homologación de las confesiones. La primera de ellas, nombraba al presidente Michel Temer…43 veces. Todo el arco político estaba involucrado: desde Temer hasta su canciller José Serra (PSDB), pasando por el gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin y el senador Aecio Neves (ambos candidatos principales del PSDB al 2018), hasta representantes de la izquierda como el senador Randolfe Rodrigues (Rede), e incluyendo a los presidentes de ambas Cámaras del Congreso, Renan Calheiros y Rodrigo Maia (PMDB, partido de Temer).

Zavascki como juez del STF habilitó la destitución de Eduardo Cunha de la presidencia de la Cámara de Diputados, criticó a Moro por filtrar escuchas a Lula y Dilma, homologó el impeachment en 2016,y votó contra la libertad de Marcelo Odebrecht, preso por decisión del juez Sergio Moro.

Además del dolor humano y familiar, la consternación pública por el accidente, Zavascki deja una enorme explosión política de imprevisibles consecuencias. Por ahora, no hay nada sólido que alimente la teoría del asesinato. El propietario del avión es un empresario, amigo de Zavascki, dueño de un hotel, que el juez frecuentaba en sus vacaciones desde la muerte de su esposa, en 2013. Pero las casualidades son demasiadas. Ministro independiente. Elite implicada. Corrupción a granel. 83% de los encuestados piensan que la muerte de Zavascki fue un atentado, según el Instituto Paraná.

Con el correr de las horas, más datos comenzaron a salir:

El hijo de Zavascki había realizado declaraciones semanas antes diciendo que “sería terrible para el país tener un ministro del STF asesinado”.

La Policìa Federal encontró en la base de datos de la empresa Beechcraft, movimiento sospechosos: la ficha del Bimotor en el cual se accidentò Zavascki (Beechcraft King Air 690, para 8 pasajeros) fue accesada varias veces desde el 3 de enero, llegando a 1.900 accesos en un solo día. La plataforma brinda datos técnicos, imagen y datos sobre los aviones.

Testigos reportan a una mujer pidiendo ayuda desde el avión caìdo, 70 minutos después de concretada la caída del bimotor. “‘Pelo amor de Deus, me tira daqui, não aguento mais!, golpeando el vidrio del avión. Efectivos de Defensa Civil y Bomberos intenaron abrir, sin éxito, el avión con una palanca metálica, suministrada por un pescador, testigo del accidente.

Testigos en Paraty reportan una estela de humo blanca que despedía el avión hasta su choque.

Fracasado el primer intento de salvamento, un segundo intento vehiculizado por pescadores, fue interrumpido por efectivos de la Marina brasileña.

El ministro de la Casa Civil (Jefe de Gabinete) declaró horas después al diario Folha, que el gobierno ganaba tiempo con la muerte de Zavascki: «A morte, por certo, vai fazer com que a gente tenha, em relação à Lava Jato, um pouco mais de tempo agora para que as chamadas delações sejam homologadas ou não «

Junto con Zavascki, viajaban 3 personas más. Entre ellas, Carlos Alberto Fernandes Filgueiras, dueño de Forte Mar empreedimentos e Participacoes, cuyo 90% del capital social pertenece al fondo de inversión Development Fund Warehouse (DFW). ¿Qué tiene que ver esto con Zavascki? Bastante. DFW es un fondo de inversión perteneciente al Banco BTG pactual, financista de la campaña de Aecio Neves en 2014, cuyo presidente, Andrè Esteves, estuvo preso por el Lava Jato, y fue liberado en diciembre de 2015 por decisión del mismo Zavascki. Filgueiras, además, era acusado formalmente ante el STF, por crimen ambiental, a causa de unas construcciones irregulares en Ilha das almas, en Paraty, Rìo de Janeiro.

El hotel donde se hospedaba Zavascki desde hace 4 veranos, el Hotel Emiliano, propiedad de Filgueiras, figura en las investigaciones como lugar frecuente de actividades de protagonistas del Lava Jato.

¿Pueden las investigaciones de Zavascki caer en manos de un juez designado por un sospechoso (Temer)? Depende. Temer puede (y ha trascendido que quiere) designar un nuevo juez, de perfil “técnico”, “apartidario”. Sin embargo, en las últimas horas ha declarado que “por ahora” prefiere no hacerlo, dejando la asignación del nuevo relator en manos del STF. La presidenta del tribunal (que se negó a ser fotografiada con Temer en el velorio de Zavascki) puede redistribuir el trabajo sobre las delaciones entre todos los jueces del tribunal. Hay antecedentes, y de hecho Zavascki se pronunció en favor de esa práctica. Pero la vacancia debe llevar más de 30 días (artículo 68 del reglamento del STF). Si Carmen Lùcia quiere actuar rápido, deberá innovar en términos administrativos. Tiene antecedentes para hacerlo: en 2009, ante la muerte del juez Menezes Direito, el STF actuó de esa manera. ¿Algún problema? Si. Que la distribución se debe hacer entre los jueces de la misma “camada” que Zavascki, entre los cuales se encuentra el polémico Gilmar Mendes, con abiertas simpatías por el PSDB (“tucanos”). Pero también se encuentran en el mismo grupo experimentados magistrados como Ricardo Lewandowski y Jose Dias Toffoli. La influyente Organización de Abogados Brasileños ya reclamó a la presidenta del STF que homologue ella misma lo más pronto posible las delaciones de Odebrecht. OEA y Transparencia Internacional reclaman una investigación internacional.

La realidad sigue su curso, y las investigaciones también. Uno de los señalados del LavaJato, el presidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia fue impedido por un juez federal de Brasilia a presentarse a la reelección en la Càmara, en las próximas semanas. Esto ocurre en momentos en que la sucesión está generando dolores de cabeza en la variopinta coalición temerista, en la cual Maia fungía de factor equilibrante. El “Centrao” (una decena de partidos pequeños con mucho poder de fuego en una Cámara de más de 30 partidos) tiene nombres propios, que la inhabilitación de Maia no hace más que oxigenar en una interna destructiva. La estabilidad del gobierno está en juego. La oposición, alborotada y fracturada entre negociadores y denunciadores en su relación con respecto al gobierno. Los puestos de la mesa directora de la Cámara, en discusiòn, y el juego de las sillas, en pleno auge. Todo esto vuelve a poner sobre la mesa la pregunta que surgió cuando el STF debió tratar las denuncias contra el presidente del Senado, Renan Calheiros: ¿Puede el Poder Judicial imponer criterios para la presidencia de una Cámara del Poder Legislativo sin que implique un quiebre en el principio de separación de poderes? El caso Maia vuelve a agitar las aguas, ante la presumible apelación del diputado, que puede terminar…ante el STF.

Según la teoría del Big Bang, el universo se encontraba en un estado de alta densidad, expandiéndose a partir de una primera gran explosión que determinó su formación. La muerte de Zavascki, quien concentraba en sí y daba forma al procedimiento políticamente más delicado del Lava Jato, el del capítulo Odebrecht, funge de gran explosión. Las esquirlas se reparten y afectan a todas las latitudes. Odebrecht en Brasil. Odebrecht en Perú. Odebrecht en Argentina.  Deja un universo de dudas, de incertidumbre y de desconfianza en todo el sistema político brasileño. La aparente nueva “normalidad” de la coyuntura del país más grande de América del Sur.

Fuente: Bastion Digital.