El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, arribó a las 11:10 a la sede de los tribunales federales de Comodoro Py, donde para prestar declaración indagatoria ante el juez Ariel Lijo y el fiscal Jorge Di Lello en el marco de la causa Ciccone.

En ese marco, Boudou dijo sentir «mucha tranquilidad» con la posibilidad de «decir la verdad para desentrañar todo esto que es una falacia y una patraña».

«Acá, más allá de las causas políticas, la verdad está en el expediente. Lo que pasa, es que el juez no lo quiso ver», aseveró el vicepresidente en breves declaraciones a la prensa al arribar esta mañana a los Tribunales Federales de Comodoro Py.

Unos minutos antes salió de su domicilio en Puerto Madero y allí dijo: «No tengo estrategia», cuando se le preguntó si tenía algún plan para llevar su indagatoria adelante ante el juez Lijo, quien lo imputó por negociaciones incompatibles con su cargo.

«Podría haber enviado un escrito», dijo Boudou pero explicó que decidió presentarse en la causa para dar su versión de los hechos de los que está acusado: haber maniobrado a través de terceros para quedarse con la imprenta Ciccone.

Cuando llegó a los Tribunales de Comodoro Py, Boudou bajó del auto y cruzó la calle caminando en medio de empujones y al compás de los bombos y redoblantes que hacían sonar militantes de La Cámpora que se agolparon frente a los tribunales federales. También había empleados de UPCN y del Senado de la Nación.

Boudou subió las escalinatas y saludó con los dedos en V antes de tomar el ascensor hacia el despacho del juez Lijo, quien lo esperaba junto al fiscal Di Lello para tomarle declaración indagatoria como imputado.

Ante de comenzar el trámite, el juez le dijo al vicepresidente que no permitiría que se filmara la audiencia, tal como había pedido la defensa del funcionario. La decisión del juez fue coherente con la decisión que tomó la semana pasada de no permitir que se televisara la audiencia.

En la vereda de los tribunales se había instalado una pantalla gigante desde donde supuestamente el vicepresidente hablaría a los militantes que lo fueron a acompañar, pero el acompañamiento no duró mucho: después de un par de horas la mayoría ya se había retirado. Mientras Boudou seguía adentro declarando.