Angelici maneja la AFA y opera en la Justicia.

Circula al interior dela alianza Cambiemos el dato de una nueva avanzada que está pergeñando la díscola diputada Elisa Carrió contra su archirrival el operador Daniel Angelici, que cerró un año complicado, por las citaciones del juez Bonadio a miembros de la familia presidencial en Comodoro Py y la derrota de Boca frente a River en la final madrileña de la Copa Libertadores.

Carrió habría acordado con el otro operador macrista Fabián Rodríguez Simón impulsar a nivel legislativo una ley de Ética Pública en la cual se impide que dirigentes del fútbol tengan cargos en cualquier de los poderes institucionales del Estado. En definitiva, un movimiento que tiene nombre y apellido: Angelici es su destinatario final, pero hay otras variantes. Todas tienen que ver con el universo Boca.

Ejemplos concretos: Darío Richarte, número 2 de la SIDE en tiempos de la Alianza, es ahora asesor especial del amigo presidencial Gustavo Arribas, titular de la AFI y además está en la comisión directiva de Boca. De querer continuar debería dejar ese asiento.

Otro caso. Cristian Gribaudo dirige el Instituto de Previsión Social bonaerense, una caja muy codiciada y también juega fuerte en Boca, donde tiene el cargo de secretario general. Otro ejemplo es el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, que ya ocupo varios cargos en Boca, cuando Macri era presidente del Club, y a quien se menciona como un posible sucesor de Angelici, cuando termine su mandato a fines de 2019. La idea de Macri sería renovar la conducción del Club y al ministro no le disgutaría la idea.

La diputada de la Coalición Cívica entiende que Angelici está en un momento de debilidad y busca aprovechar para generar un golpe de efecto en su entorno y a al mismo tiempo correr a Mauricio Macri desde una zona muy sensible, esa en la cual se mezclan la política, el fútbol y los negocios.

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Esa debilidad no es entendida por la diputada solo desde la cuestión actual de Boca. La clave es la citación a la familia del presidente, Franco y Giancarlo, por parte de Claudio Bonadio en el affaire de los cuadernos de la obra pública. Angelici suele presumir que Bonadio siempre está en sus cumpleaños. Eso podría ser muy incómodo en el momento actual, en una causa que luce por demás descontrolada, si de los intereses del oficialismo se trata.

De todos modos, para no incomodar del todo al entorno presidencial, Bonadio se despachó en plena feria con un nuevo arresto, el de Isidro Bounine, el único ex secretario de Cristina Fernández de Kirchner que hasta ahora no estaba implicado en la causa.

El arresto se produjo el miércoles 16,  después que el juez Bonadio decidiera homologar la declaración como arrepentido de Juan Manuel Campillo, ex ministro de Hacienda de Santa Cruz, quien lo habría vinculado con supuestas maniobras de lavado de dinero en el exterior atribuidas a otro ex secretario de Néstor Kirchner, el fallecido Daniel Muñoz.