Los vecinos protestaron en la comisaría.

Un médico fue asesinado de un balazo en la espalda por delincuentes que pretendieron ingresar a robar a su casa del barrio de Flores cuando salía a despedir a unos amigos que habían concurrido a festejar un cumpleaños, y los familiares de la víctima denunciaron al SAME porque los médicos no advirtieron que estaba herido, informaron fuentes policiales.
En tanto, los vecinos realizaron ayer una marcha y un corte de calles en reclamo de Justicia y para exigir mayores medidas de seguridad en el barrio, ya que denunciaron reiterados robos en los últimos meses y la falta de policías patrullando la zona.
Esta mañana, fuentes policiales aseguraron que los jefes de la comisaría 38a. de la Policía de la Ciudad se reunirán con los vecinos en las próximas horas.
El hecho ocurrió el sábado pasado cerca de las 23 frente a una casa en la calle Rivera Indarte 515, a metros de la avenida Directorio, y la víctima fatal fue identificada por la policía como Pascual José Mollo, un médico de nacionalidad italiana de 69 años.
Según las fuentes, todo comenzó cuando el hombre salió a la puerta de su casa a despedir a unos amigos que habían concurrido a festejar el cumpleaños de una de sus hijas.
En ese momento, aparecieron varios delincuentes que lo amenazaron con armas con intenciones de ingresar a robar a su vivienda.
Aparentemente el hombre quiso evitar el asalto porque el resto de su familia se hallaba adentro de la casa, pero uno de los delincuentes le disparó un tiro que ingresó en su espalda.
El médico cayó malherido al piso y los delincuentes huyeron sin robar absolutamente nada, dijeron las fuentes policiales.
Los familiares de la víctima que escucharon el tiro salieron de inmediato a ver lo que pasaba y descubrieron que Mollo estaba en el piso en el hall de la vivienda, por lo que llamaron de inmediato al 911 para denunciar lo que sucedía.
Según las fuentes policiales, de inmediato se dio aviso al SAME y a la empresa de medicina privada contratada por la familia, por lo que a los pocos minutos llegaron una ambulancia de cada empresa.
El hombre fue trasladado a la Clínica Santa Isabel, ubicada a solo cuatro cuadras de allí, y el hombre falleció cerca de las tres de la madrugada.
Los investigadores relataron que los médicos que llegaron a la casa de Mollo no advirtieron que tenía una herida de arma de fuego en la espalda y que recién en la clínica la descubrieron en la sala de emergencias.
Por eso, los familiares de Mollo denunciaron ayer al SAME por la mala atención y los vecinos se reunieron y reclamaron mayores medidas de seguridad. El hecho es investigado por la fiscalía de instrucción porteña número 4 de Matías Di Lello.