Un contador de 69 años fue asesinado de dos balazos en el abdomen cuando intentó enfrentar con un arma a dos delincuentes que habían ingresado a robar a su casa del partido bonaerense de Hurlingham.
El hecho ocurrió anoche en avenida Julio A. Roca 1536, a metros de la calle Albarracín, de ese partido del oeste del conurbano, domicilio del matrimonio compuesto por la víctima, el contador Carlos Ramos Dubois (69), y su mujer Ubalda Ramona Guedes (68).
Si bien el titular de la Jefatura Departamental Morón, Miguel Alanis, dijo que el contador fue víctima de una «entradera» a su casa, fuentes policiales y judiciales aclararon que todo comenzó alrededor de las 20.30 cuando la esposa de la víctima llegó en auto de hacer unas compras en un supermercado y fue abordada en la puerta por dos delincuentes armados.
Los asaltantes ingresaron con Guedes amenazada a la vivienda, donde ya se encontraba Ramos Dubois, quien al escuchar lo que sucedía y advertir la presencia de delincuentes, corrió a su habitación. Siempre según fuentes judiciales y policiales consultadas por la agencia Télam, el contador se encerró en su habitación y buscó allí su arma, una pistola calibre 9 milímetros, y los delincuentes le exigieron que abriera la puerta bajo amenaza de asesinar a su mujer.
Cuando la puerta del dormitorio se abrió, el ladrón que tenía reducida a Guedes la empujó y la tiró al piso y se puso a forcejear con Ramos Dubois. «La mujer está shockeada y no pudo ver nada porque la tiraron al piso, pero escuchó que en ese momento se produjeron varios disparos en la habitación», dijo a Télam una fuente judicial. Los dos ladrones escaparon del lugar, mientras que el contador, baleado en el abdomen y ensangrentado los quiso perseguir, pero al verse malherido volvió a ingresar a la casa y cayó en la habitación.
El contador recibió dos balazos en la zona abdominal y fue auxiliado en primera instancia por sus familiares que llamaron a la policía y a la asistencia médica. Una ambulancia privada que pasaba circunstancialmente por el lugar trasladó a la víctima al hospital de Haedo, donde llegó en estado de gravedad y fue operado, pero finalmente murió.
En la escena del crimen la policía científica levantó cuatro vainas servidas calibre 9 milímetros y no halló ningún arma, por lo que se cree que los delincuentes se robaron la pistola de la víctima. Los peritos ahora deben intentar determinar si los al menos cuatro tiros fueron efectuados por la pistola de la víctima, por otra que tuvieran los delincuentes o por armas distintas.
La investigación se encuentra a cargo de la fiscal Marcela D´Ascencao, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Morón, y de personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) y la Jefatura Departamental de ese departamento judicial del oeste del conurbano.
La policía ya analiza las cámaras de seguridad del municipio de Hurlingham ante la posibilidad de que los delincuentes hayan quedado filmados llegando o huyendo en la zona. “Se están chequeando todas las cámaras de seguridad del municipio para tratar de identificar a los asesino”, dijo un jefe policial.