| Violencia de género

Arrancó el juicio contra una mujer por matar a su pareja: él la drogaba y dejaba que la violaran

Mafalda Beatriz Secreto fue a juicio por el crimen de su marido. Su abogada pedirá la absolución.

Una mujer comenzó a ser juzgada esta mañana en los tribunales de Pergamino acusada de matar de un balazo a su pareja, cuyo cuerpo luego fue descuartizado, en la localidad bonaerense de Colón, en mayo del 2019.

La defensa de la mujer adelantó que pedirá su absolución, al sostener que fue víctima de violencia de género y que se la drogó para ejercer la prostitución contra su voluntad.

Se trata de Mafalda Beatriz Secreto (65), quien llega al debate oral detenida bajo el régimen de prisión domiciliaria e imputada del delito de «homicidio agravado por el vínculo», en perjuicio de José Luis Arenas (60).

El juicio arrancó en la sede los tribunales de la ciudad de Pergamino, ubicados en la calle General Pinto 1251, y está a cargo del Tribunal Oral Criminal (TOC) 1, presidido por el juez Guillermo Burrone.

En representación del Ministerio Público Fiscal (MPF) está Ignacio Uthurry, quien también se encargó de la etapa de instrucción en la causa, mientras que Secreto tiene la defensa de la abogada Raquel Hermida Leyenda.

Amenazas

La letrada explicó que Secreto «es una conocida costurera y modista de la ciudad de Colón» y que, apenas comenzada la relación de pareja con Arenas, el hombre empezó a amenazarla, a hostigarla verbalmente y a ejercer violencia física.

Además, según el relato de la propia víctima, Arenas «la drogaba» y cuando se hallaba en estado de somnolencia hacía ingresar a la casa en la que convivía con la víctima a hombres que la violaban.

«Él (Arenas) la prostituía a la noche con gente que venía de Rosario», explicó la abogada defensora.

Sin embargo, el quiebre de Secreto, según su abogada, fue advertir que un día su nieto, al que estaba cuidando, también le  dieron drogas, al tiempo que Arenas le dijo que iba a vender su casa, además de amenazarla «con prostituir a sus hijas y a su nieta».

Esa noche, «él se pone en la cama, pone una de sus armas sobre su pecho y le dice que vaya a buscar algo a la cocina. Ella se levanta y sobre el escritorio ve la otra arma, vuelve al dormitorio y le dispara», señaló la letrada.

La absolución

La letrada adelantó que pedirá la absolución de su defendida por la violencia de género sufrida durante la relación, «un delito permanente que la lleva a accionar en una situación de legítima defensa, porque ella unos días antes le había mandado un mensaje a él, que no daba más, y pidiéndole que no la matara».

El juicio comenzó con los alegatos de apertura de las partes y se espera que declaren cerca de diez testigos en la primera jornada del debate, que finalizará el próximo 17 de junio.

El cuerpo de Arenas se encontró el 1 de junio de 2019 en una vivienda que está en la calle 11 entre 50 y 51, de Colón, a 50 kilómetros de la ciudad de Pergamino, en el norte bonaerense.

Según informaron voceros judiciales, esa mañana Secreto fue a la casa de su hermano para decirle que había asesinado a su pareja, y que necesitaba ayuda para deshacerse del cadáver. Horas después, el hombre se presentó en la comisaría local para informar el homicidio a la Policía.

El arresto

Tras esto, los efectivos concurrieron a la vivienda de la hermana del denunciante y en ella se encontraba la mujer, quien ante las consultas de los efectivos reconoció el hecho, por lo que fue trasladada a la seccional, mientras que los peritos hallaron el cadáver de Arenas en un galpón ubicado en el fondo del terreno, tapado con la lona de una pileta, indicaron fuentes judiciales.

El cuerpo estaba boca abajo y descuartizado, ya que le faltaban los miembros inferiores a la altura de la rodilla, y el brazo derecho desde el codo, y además presentaba un balazo en el maxilar derecho que, según la autopsia, fue lo que le provocó la muerte.

Según los testimonios de vecinos, existían situaciones violentas y amenazas del hombre a la mujer, a la que incluso llegaron a ver golpeada.

Por este motivo, la imputada había realizado una exposición en la comisaría de la mujer, que dio intervención al Juzgado de Paz, y en la que ella solicitó una prohibición de acercamiento, pero finalmente Arenas -que había abandonado el hogar- volvió a la casa y se desestimó ese pedido.