Leonardo Fariña, ahora testigo protegido pero a la vez procesado en la causa de lavado de dinero protagonizada por Lázaro Báez, está reforzando sus nexos con Daniel Angelici, presidente de Boca, operador judicial y entornista VIP en Olivos.
El ex financista y figura estelar de la Rosadita comparte la afición de Angelici por el póquer y en ComodoroPy se comenta que el Tano sería una de las poquísimas personas que Fariña ve bajo el sistema de testigo protegido.
Según la reglamentación Fariña no puede ver ni hablar con nadie pero lo cierto es que Angelici dice al interior del Gobierno estar en contacto con el ex playboy y estar «operando» su declaración en la causa de Báez.
Fariña goza de custodia especial, prerrogativas de seguridad y reserva de datos de su vida privada. Su última incursión a Py para declarar ante Sebastián Casanello se desarrolló en la madrugada, para evitar la exposición ante los medios.
Fariña fue el encargado de montar el fideicomiso para la empresa de Báez Austral Construcciones y trasladar grandes montos del empresario K en aviones y a través de transferencias.
El otro financista de la trama Federico Elaskar le dijo al juez Casanello que Fariña le robaba «plata» al empresario detenido, que después tuvo que «lavar» porque no coincidía con su situación fiscal. Elaskar era el dueño de la Rosadita: dijo que la obligaron a venderla.
El plan del Tano tendría como destino que Fariña colabore en el trabajo de comprometer a los hijos de Báez, concretamente Martín que todavía continua en libertad.
El presidente de Boca asegura que la información de Suiza contra Báez es contundente pero que se demora y esto porque Casanello no tiene buena relación además con el consulado de dicho país.
Angelici quiere neutralizar la declaración de Elsakar que cada dos por tres le dice a Casanello que Martín Báez era una figura marginal en la zaga y que ignoraba casi todo.