Por Rafael Saralegui.
Al homicidio de la adolescente Angeles Rawson todavía le falta un móvil. Sin embargo, ese no fue un obstáculo para que el juez de instrucción Javier Ríos dictara el procesamiento y la prisión preventiva de Jorge Mangeri como único acusado del crimen. Además, le trabó un embargo sobre sus bienes de un millón de pesos para cubrir costas y una eventual indemnización. El delito que se le imputa es homicido agravado por alevosía. Su defensa, dijo que la semana próxima apelará.
Pese a que en el acta de procesamiento de Mangeri, encargado del edificio de Ravignani 2360, donde Angeles vivía junto a su familia ensamblada, nada dice sobre los posibles móviles del crimen, en la investigación si siguen trabajando varias puntas para explicar porque el portero, a quien los vecinos tenían en alta estima, pudo haber matado a la jovencita de 16 años.
El informe de la autopsia realizada al cuerpo de Angeles dice que no sufrió un ataque sexual y esa opinión es hasta ahora aceptada por el juez y la fiscal Paula Asaro, pese a que los peritos de la Policía Bonaerense que revisaron el cadáver cuando fue encontrado en la mañana del 11 de junio en el predio del Ceamse de José León Suárez aseguraron que había sido ultrajado.
Una posibilidad es que las lesiones de un ataque sexual no hayan sido muy evidentes debido a las laceraciones y lesiones que presentaba el cuerpo después de haber sido compactado por el camión de residuos que lo llevó hasta el predio. Esa compactación le provocó múltiples lesiones que derivaron en su muerte, de acuerdo con la autopsia.
El juez está convencido, o al menos así lo escribió en el procesamiento de Mangeri, que el encargado atacó a la adolescente cuando entró en el edificio, posiblemente en un lugar donde sólo él tenía acceso, como el sótano. Una explicación que no está escrita en el procesamiento es que haya intentado abusar de la menor y ante la resistencia la mató.
Otra posibilidad, que se trabaja en el expediente, según las fuentes consultadas por CyR, es que Angeles haya sido testigo de una escena que nunca debería haber visto. Y que eso haya provocado su muerte, supuestamente a manos del portero, para que el secreto nunca se conociera.
El peritaje psiquiátrico que se realizó a Mangeri, según las fuentes, fue revelador en un sentido: el hombre estaría acomplejado por el tamaño de su miembro, de tamaño “casi infantil”, dijeron las fuentes. La presunta extrema pequeñez de su pene invalidaría además que estuviera en condiciones de abusar de la menor, según los pesquisas.
Varios porteros que trabajan en la misma cuadra donde Mangeri era el encargado dijeron que éste mantenía relaciones amistosas con un cartonero que trabaja en el barrio. “Posiblemente, los dos estaban teniendo relaciones en el sótano, Angeles escuchó ruidos, bajó a ver y se encontró con los dos en plena faena”, explicó a CyR una fuente con acceso directo al expediente.
Si Angeles sorprendió a Mangeri mientras mantenía relaciones con otro hombre, eso podría haber derivado en la reacción del encargado, que nunca habría blanqueado sus preferencias sexuales, dijeron las fuentes. También podría explicar las lesiones que Mangeri tenía en el pecho y que se cree fueron provocadas por la adolescente. El portero estaría desnudo, cuando habría sido sorprendido por la adolescente. Una vecina declaró en la causa haber visto ese mismo día a Mangeri vestido con remera, pantalón corto y descalzo. Un atuendo veraniego, pese a que esa jornada, la del 10 junio, no tuvo un clima primaveral.
Cuando fue interrogado por el juez Ríos, Mangeri dijo que había sido amedrentado por policías, que lo golpearon y lo instaron a hacerse cargo de la muerte de la menor. Los peritos forenses que examinaron a Mangeri dijeron que las lesiones que tenía en el pecho podrían haber sido autoinflingidas, se presume que para tapar las lesiones que le había provocado Angeles cuando se defendió. El ADN Mangeri fue encontrado en los dedos índice, anular y mayor de la mano derecha de la adolescente.
Según las fuentes, Mangeri habría consultado a un policía pariente suyo, que vive por la zona de Escobar para que lo orientara. Cecilio Saettone dijo que se puso a disposición de la Justicia luego de admitir que se había reunido con Mangeri el viernes 14, un día antes del arresto del encargado, después de declarar como testigo ante la fiscal Asaro. Fue en la mañana del sábado 15, cuando dijo “fui yo”.