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Amplían la denuncia contra la comisaría de José C. Paz: feroces golpizas y aprietes a los vecinos

Por Ignacio Ramírez.-

La Justicia amplió la denuncia penal en la causa 41.383/13, referida a la feroz golpiza que sufrió Sandra Dayana Santillán, 21 años, en la cocina de la comisaría 3ª de José C. Paz, donde quedó desfigurada por la violencia del ataque realizado por efectivos de esa repartición, tal como informó Crimen y Razón.

Sandra denunció que fue golpeada por dos agentes ante la mirada de los demás.

Sandra denunció que fue golpeada por dos agentes ante la mirada de los demás.

Juan Manuel Casolati, secretario de Ejecución Penal de la Defensoría General de San Martín, en la ampliación de la denuncia que tramita ante la UFI 22 de Malvinas Argentinas explica que en el interior del patrullero y antes de ingresar a la comisaría la agente femenina le manifestó a Santillán: “puta ya me la vas a pagar. Cuando lleguemos te voy hacer mierda. Y a tu familia y a tus hijos cuando los vea en la calle los voy a cagar a tiros. Y a vos también en la gorra te voy a meter el tiro”.

A Santillán la ingresaron por la parte trasera de la seccional, esposada y la condujeron a la cocina. Ese lugar fue elegido por los efectivos para aporrearla mediante golpes de puño y patadas en diferentes partes del cuerpo, produciéndole hematomas en las costillas del lado izquierdo y en ambos antebrazos.

Según la denuncia, los efectivos de la bonaerense la castigaron durante aproximadamente 20 minutos. Actualmente, se investiga a por lo menos siete agentes que estaban en el lugar durante las torturas y que pudieron observar como golpeaban a la mujer.

Según Casolatti, ninguno de los policías intercedió para que el maltrato no continuara, la violencia continuó ante la indiferencia de los demás efectivos que se encontraban en la comisaría.

“Los hechos narrados por la denunciante son extremadamente graves, prueba de ello son las constancias médicas que acreditan sin hesitación alguna la entidad de los golpes recibidos en diversas partes del cuerpo; mucho más grave es que fue ingresada a la seccional por un sector que no registra ingreso por falta de cámaras de seguridad y que luego fue salvajemente golpeada en un sector de la dependencia policíal (cocina) en presencia de otros agentes policiales, quienes en todo momento participaron de la golpiza aún de modo omisivo, permitiendo que estos hechos pudieran ser perpetrados por los dos agentes policiales”, sostuv el funcionario judicial.

Lo grave de esta situación que se denuncia no es el único hecho de violencia gestado en José C Paz y en el que se encuentran involucrados directamente agentes bonaerenses. “Llevan a cabo sus tareas manifiestamente ilegales de forma premeditada con una matriz de actuación policial indebida, deteniendo de modo ilegal e injustificado y  maltratando a habitantes del lugar (muchos del Barrio Saavedra Lamas)”, denuncia Casolati.

La gran mayoría de victimas del maltrato policial han sufrido el hostigamiento del personal de dicha dependencia y los aprietes son tan directos que no se animan a denunciar ante las fiscalías los hechos. El temor de la patota policial no sólo es en el Barrio Lamas. En los últimos meses se han tornado cotidianos las golpizas, aprietes y ejercicio ilegal de las fuerzas de seguridad.

Además,  otras prácticas no convencionales e ilegales se dan desde el año 2012: decenas de detenciones arbitrarias que efectúa el personal policial que patrulla la zona, que terminan con secuestros de motos. Así se gestan extorsiones directas porque se les pide dinero a los dueños de los rodados para concretar su devolución.

“En uno de esos casos el personal policial detuvo de modo ilegal a Cedrón David Alejandro, del Barrio Lamas, a quien le solicitó una coima de 400 pesos para la devolución de una moto retenida de forma ilegal y 800 pesos por la entrega de la documentación; esta persona desea hacer la pertinente denuncia penal”, explica Casolati.

Pese a la denuncia formulada los violentos agentes policiales siguen trabajando actualmente en la dependencia policial y patrullando la zona. Los vecinos siguen conviviendo con las presiones, los aprietes, y el peor accionar de los uniformados en el Barrio Lamas.

La joven denunció que además de golpearla la amenazaron de muerte.

La joven denunció que además de golpearla la amenazaron de muerte.


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