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AMIA: Garavano y Cimadevilla siguen la pelea por la Unidad de Investigación

El ministro insiste en disolver la secretaría que dirige el radical, que cuenta con el apoyo de Carrió. El papel del Coti Nosgilia como mediador.

Garavano sigue de cerca los concursos.

Garavano tiene un frente interno abierto.

No se detiene la disputa entre Mario Cimadevilla y el ministro Germán Garavano por el rumbo del juicio oral por las irregularidades de la causa por el atentado contra la sede de la mutual AMIA, en 1994, cuando murieron 85 personas.

Garavano presionó para disolver la Unidad de apoyo a la Investigación del caso AMIA que dirige con rango de Secretaría el radical chubutense luego de que este lo criticara por dar instrucciones para que la querella del Ministerio no acusara a los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.

Lo cierto es que el tema está en el aire porque la Argentina firmó compromisos internacionales entre los cuáles está darle seguimiento al caso AMIA y la disolución de la oficina a cargo de esa labor no sería bien vista, a nivel internacional y puertas adentro ya comienza a hacer ruido.
En las últimas horas cuentan en Balcarce 50 que quien entró al quite no sería otro que el veterano dirigente Enrique «el Coti» Nosigia, que aparece como mediador entre Garavano y Cimadevilla, quien a su vez tiene pleno respaldo de Elisa Carrió.
Nosiglia es un hombre que tiene predicamento sobre Mauricio Macri en temas muy concretos, como por ejemplo cómo debe ser la relación UCR-Pro. El Coti fue quien operó la candidatura de Martín Lousteau en la Capital el año pasado para asegurar que Carrió no arrasara por aún mayor ventaja y se volviera ingobernable.
El Coti suele decir que Macri es presidente gracias a él, que fue quien en 2015 en la cumbre de Gualeguaychú convenció a la UCR de alinease con el Pro y desairar al massismo que tenía promotores de peso como Gerardo Morales.
A Macri además le sirve la presencia de Nosiglia en su entorno porque cuentan que la relación amistosa con el radical Ernesto Sanz ya es parte del pasado. No solo eso: en privado el mendocino cada vez estaría hablando peor del Presidente y de su gestión.