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Amado Boudou va a juicio oral por la compra de la imprenta Ciccone

El ex vicepresidente está acusado de haberse quedado con la imprenta cuando era ministro de Economía. El juez sostuvo que lo hizo a través de una sociedad manejada por sus amigos.

Boudou irá a juicio oral.

Boudou irá a juicio oral.

El juez federal Ariel Lijo cerró este miércoles la causa contra el ex vicepresidente Amado Boudou por la compra de la imprenta Ciccone y la envió a la Cámara Federal para que realice el sorteo de práctica para designar al Tribunal Oral que llevará adelante el juicio.

El titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 4 rechazó este miércoles las oposiciones a la elevación a juicio planteadas por las defensas y dispuso declarar clausurada la etapa de instrucción de la causa para que se concrete el proceso oral y público.

Lijo tomó esa decisión luego de que la Sala I de Cámara Federal confirmara el rechazo de los planteos de nulidad interpuestos por las partes respecto de los requerimientos de elevación a juicio formulados por el fiscal y las querellas.

Boudou ya está siendo juzgado en una causa en la que se lo acusa de insertar datos falsos en la compra de un automóvil, pero el caso Ciccone lo pondrá por primera vez en el banquillo bajo la acusación de concreta de corrupción.

En esas actuaciones Boudou fue procesado por considerarlo autor de los delito de cohecho pasivo en concurso ideal con negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública, por las tratativas de venta de la imprenta Ciccone, cuando estaba en quiebra.

Además de Boudou irán a juicio José María Núñez Carmona, Alejandro Paul Vandenbroele, Nicolás Tadeo Ciccone, Rafael Resnick Brenner y César Guido Forcieri por «la adquisición fraudulenta de la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica; con el fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial», consignó el Centro de Información Judicial.

Nuñez Carmona es un viejo amigo de Boudou y según Lijo fue quien llevó adelante la compra de la imprenta en nombre de Boudou, cuando era ministro de Economía. En el caso de Vandenbroele se lo considera un testaferro del ex vicepresidente quien operó a través de la empresa The Old Found, en la que aparecía como titular, para comprar la compañía que tenía capacidad de imprimir papel moneda.

Los otros imputados que van a juicio oral son Rafael Resnick Brenner, ex funcionario de la AFIP; Guido Forcieri, ex jefe de Gabinete de Boudou en el Ministerio de Economía, y Nicolás Ciccone, ex cofundador de la firma original. Los dos primeros habrían tomado diversas medidas para concretar la venta mientras que Ciccone fue acusado de llevar adelante las negociaciones para la venta de las acciones de la empres.

«La maniobra se habría materializado con división de funciones: Boudou habría aportado su condición de funcionario público y Núñez Carmona habría realizado, como privado, aquello que Boudou no podía, justamente por su cargo. En razón de que el Ministro de Economía no podía adquirir el monopolio de la producción de billetes, y que Núñez Carmona tampoco podía hacerlo debido a su pública relación con él, asignaron a Alejandro Vandenbroele ese rol, quien ya actuaba como representante de la firma TOF (The Old Found)», sostuvo el juez.

En la elevación a juicio, Lijo sostuvo que para negociar la adquisición de la empresa, Boudou y Núñez Carmona se habrían reunido, al menos, «en dos oportunidades con los dueños de la firma “Ciccone Calcográfica” (una en Telefé el 29 de julio de 2010 y otra posterior en I Fresh Market el 1 de septiembre de 2010). A su vez, Núñez Carmona y Vandenbroele se habrían reunido, al menos, en tres oportunidades (una en Bice, y dos en el Hotel Hilton)».

La venta se concretó el 1 de septiembre de 2010, cuando The Old Found «adquirió la mayoría accionaria de la firma “Ciccone Calcográfica”. El acuerdo consistió en la cesión del 70% de la empresa —incluidos los títulos de créditos de varios acreedores—, a cambio del levantamiento de la quiebra, de la aprobación del plan de pagos de la deuda fiscal, de la inyección de capitales para recuperar su productividad y del pago de 50.000 dólares mensuales a cada uno de los dueños originales por el know how».