Una larga lucha de un grupo de jóvenes que se reunieron a través de las redes sociales llegó esta tarde a su fin: luego de un año de proceso, el músico Cristian Aldana fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 25 a la pena de 22 años de prisión.
Es el primer caso de los abusos en el mundo del rock que se judicializa y que termina con una sentencia ejemplar. Es una forma de empezar a poner las cosas en orden y que los artistas tomen conciencia de que no pueden abusar de su poder sobre las mujeres más jóvenes.
Según explicaron los magistrados a cargo del debate, durante el juicio se logró comprobar que el cantante y líder de la banda El Otro Yo abusó sexualmente de cuatro menores de edad, mientras que fue absuelto por otros casos que también se le imputaron. El próximo 6 de fallo será la lectura de los fundamentos.
Según afirmó el presidente del tribunal, hubo una disidencia entre los magistrados, ya que la jueza Ana Dieta de Herrero consideró que el acusado debía recibir una pena de 35 años de prisión, como lo había solicitado la fiscalía.
Sin embargo, por mayoría, el músico fue condenado a 22 años de prisión, acusado de haber cometido los delitos de «abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores» contra cuatro chicas menores de edad, aunque llegó al proceso imputado también por otros casos más.
Al momento de darse a conocer el veredicto, los presentes en la sala aplaudieron, y como Aldana pidió no estar durante la lectura del fallo, las denunciantes comenzaron a abrazarse y a gritar “ya no nos callamos más”.
Ariell Carolina Luján, una de las víctimas, dijo a los medios que aunque esperaba que el músico fuera condenado a más años de prisión, igualmente está conforme porque este fallo sienta un precedente. «Esto ayuda para que otras puedan hablar de las personas que las abusaron», afirmó y agregó que los alegatos del fiscal son históricos porque contemplan la visión de género.
«Es importante que el sistema judicial esté preparado, pero lo definitorio es que podamos desandar la culpa, esa es la verdadera reparación», cerró.
Ariell fue una de las primeras en tomar conciencia de que el músico había aprovechado su condición de líder de una banda de rock para tener sexo con ella cuando era menor de edad y le llevaba más de 15 años. Luego supo que no había sido la única que había caído en las garras.
Aldana nunca reconoció que había violado y abusado de las chicas que eran fanáticas de su banda. Inclusive llegó a tildarlas de feminazis durante una presentación que hizo en el Obelisco vestido como una monja.
El cantante se encuentra detenido desde 2016 en el penal de Marcos Paz, y aunque estuvo presente en casi todas las audiencias, en muchas de ellas fue retirado de la sala por su pésimo comportamiento.
A fines de junio, las querellas pidieron entre 20 y 40 años de prisión para el músico, y luego el fiscal Guillermo Pérez La Fuente solicitó que fuera condenado a 35 años de cárcel.
Según el representante del Ministerio Público, los testimonios de las víctimas resultaban creíbles y tenían datos contundentes, y como las pericias psicológicas de Aldana dieron resultados en su contra, el fiscal solicitó que su ADN sea incorporado al Registro Nacional de Datos Genéticos.
El cantante aseguró que no cometió los delitos que le imputan.
Ante estos alegatos, la semana pasada Aldana manifestó que la causa es un «circo mediático», y aunque no tenía derecho a hablar, gritó en varias oportunidades que no lo dejaban defenderse. Por diferentes motivos, el acusado cambió de abogado dos veces, y finalmente este viernes su defensa pidió la absolución y la inmediata libertad para el cantante.
Además, el letrado le había pedido a los jueces Rodolfo Bustos Lambert, Ana Dieta de Herrero y Rodolfo Goerner que en caso de no considerar su solicitud, deberían darle al músico la pena mínima porque ya tiene 48 años y cualquier condena «sería perpetua».
«Lo mío es una condena mediática. No soy un violador, ni abusador, ni violento. No tiene sentido estudiar derecho en Argentina porque este juicio es un mamarracho», dijo enojado Aldana cuando el Tribunal Oral en lo Criminal N° 25 le concedió el derecho de decir sus últimas palabras.
“Estoy convencido de que antes de que comenzara el juicio yo ya estaba condenado, porque soy un condenado mediático”, sostuvo, y con un cartel en la mano que decía «sin defensa no hay juicio», aclaró que no es culpable de lo que se lo acusa, porque es una «persona de bien».
Cristian Aldana fue denunciado por siete jóvenes que aseguraron haber sido víctimas de abusos sexuales con el cantante entre los años 1999 y 2010. Los hechos ocurrieron en distintos momentos, aunque todas las víctimas eran menores de edad eran seguidoras de «El Otro Yo», y en su mayoría, querían ser artistas o fans de la banda y contactaron al cantante para que las ayudara a ingresar al mundo de la música.