Dos de los tres acusados en el juicio por el doble crimen de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni, cometido en 2011 en Salta, dijeron ser inocentes de los homicidios y el restante le pidió perdón al padre de una de las víctimas.
En las últimas palabras que se les concede a los acusados antes de escuchar el veredicto, Santos Vera (38) y Daniel Vilte (24) dijeron a los jueces que eran inocentes y que no sabían por qué estaban siendo juzgados.
«Quiero decirles que no entiendo por qué estoy acá. Jamás tuve ningún contacto con estas dos chicas, no las violé, no las maté y no les robé nada. Jamás me junté con Vera y mucho menos con (Gustavo) Lasi», dijo Vilte a los jueces Angel Longarte, Bernardo Ruiz y Carlos Pucheta.
Por su parte, Vera afirmó tener «las manos limpias y la conciencia tranquila» y pidió Justicia por él y por su familia.
«Quiero decirles que soy totalmente inocente, no tengo nada que ver con esto, siempre me dediqué a mi trabajo, nunca le hice nada a nadie, no entiendo por qué estoy acá», explicó el imputado.
Además, agregó que «jamás» vio a las víctimas y aseguró que no le hizo «daño a nadie y jamás lo haría».
A su turno, Gustavo Lasi (25) le dirigió la palabra a Jean Michel Bouvier, padre de Cassandre, a quien le dijo: «Siento mucho lo que ha pasado».
«Por ahí, él se queda con la duda y piensa que hay más gente en esto, pero no la hay. Yo quiero que él pueda conseguir el descanso eterno de su hija», afirmó el acusado, quien en su indagatoria en el juicio admitió que violó a una de las víctimas en la Quebrada de San Lorenzo, pero dijo que no tuvo relación con los homicidios y acusó a otros dos imputados.
Además, negó haberse reído del juicio, tal como circuló en algunos medios de prensa, y le dijo a los jueces que quedaba «encomendado a sus manos» y les pidió «justicia».
También hicieron uso de las «últimas palabras» los otros dos imputados del juicio, Darío Ramos y Antonio Sandoval, quienes están acusados del delito de «encubrimiento agravado» en relación al arma utilizada en los homicidios.
«He cometido el error de agarrar algo que no debía haber agarrado», dijo Ramos, mientras que Sandoval admitió haber recibido «un bulto» pero afirmó que nadie le dijo que era un arma.
Tras escuchar a los acusados, el tribunal decidió pasar a un cuarto intermedio hasta la tarde, cuando dará a conocer el veredicto.