La Cámara de Casación Penal rechazó hoy el pedido de sobreseimiento presentado por la defensa del vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, en la llamada «causa Ciccone», por la que se investiga la venta de la imprenta.
Los camaristas Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani, no hicieron lugar al pedido de sobreseimiento presentado por el abogado Diego Pirota quien había llegado a Casación para que se analizara la figura de la «excepción por falta de acción».
En tanto, la defensa del videpresidente había dicho que no está claro de qué se lo acusa por su intervención ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por la quiebra de la ex Ciccone, hace cuatro años.
Por su parte, el fiscal ante la Cámara de Casación Javier De Luca dictaminó en noviembre que el pedido era razonable, que debería revocarse el fallo que lo había rechazado y que el expediente tendría que volver al juzgado para que «se despeje la situación de incertidumbre en que se encuentra el proceso respecto del peticionante», opinó en aquel momento.
Sin embargo los jueces no tomaron el argumento de De Luca y en una decisión tomada por mayoría con los votos de Gustavo Hornos y Juan Carlos Gemignani, ordenaron que la investigación siga su curso. En disidencia votó el camarista Mariano Borinsky.
El vicepresidente tiene un pedido de declaración indagatoria formulado por el fiscal federal Jorge Di Lello al juez que lleva la causa Ariel Lijo. De esta forma, la investigación sobre la supuesta intervención del ex ministro de Economía para levantar la quiebra de la ex imprenta calcográfica y venderla a supuestos testaferris seguirá adelante.