La Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires convirtió en ley, y por votación unánime, la expropiación de la casa donde el odontólogo Ricardo Barreda mató a su esposa, su suegra y sus dos hijas en La Plata, con el objetivo de convertirlo en un centro de prevención contra la violencia de género.
El proyecto de expropiación había sido presentado en la Cámara Baja por el diputado Gabriel Bruera. «La expropiación de ese inmueble apunta a la creación de un centro dedicado a trabajar en la prevención, contención y educación. Así, la idea primaria es transformar un lugar negativamente emblemático en donde fueron asesinadas cuatro mujeres dentro de un contexto de extrema violencia intrafamiliar, en una respuesta contra la violencia de género en todas sus formas», indicó el legislador
Bruera agregó que «se pretende convertir la casa en museo y centro de ayuda a mujeres para generar conciencia sobre la violencia de género, un flagelo que en nuestro país cobra una víctima cada tres días, estadística que lamentablemente parecería irse incrementando».
La casa de Barreda está valuada en unos 300 mil dólares y nunca más fue ocupada desde que Barreda asesinó a toda su familia hace exactamente 20 años el 15 de noviembre de 1992. Barreda está actualmente en pareja y vive con su novia Berta en el barrio porteño de Belgrano.