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Habla el papa de Wanda Taddei: «desde que Vásquez mató a mi hija, 141 mujeres fueron quemadas»

Por Rodolfo Palacios.

Jorge Taddei nunca se imaginó que iba a ser un experto en temas policiales. No sólo eso: sabe casi de memoria el Código Penal y aprendió el significado de los términos jurídicos. El teléfono de su casa suena varias veces por día en busca de consejos, contención y asesoramiento. Su vida cambió el 10 de febrero de 2010, cuando en un departamento de Mataderos, su hija Wanda fue prendida fuego por su marido Eduardo Vásquez, por entonces baterista del grupo Callejeros. Cuando ella murió, Taddei empezó una lucha extenuante: golpeó puertas de los Tribunales, contrató los peritos más importantes, colaboró con su abogado día y noche y esperó con paciencia los tiempos de la Justicia. El jueves 19, Taddei sintió que su esfuerzo valió la pena: la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal revocó la condena a 18 años que Vásquez había recibido en el juicio y lo condenó a prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por el vínculo

“Ahora Vásquez tiene diez días para apelar ante la Corte. Lo importante es que se cierra un ciclo y años de trabajar para aportar pruebas. En este caso ya no hay impunidad”, dijo Taddei a CyR.

Vázque fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de Wanda.

Vázque fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de Wanda.

-¿Es consciente de que si usted no contrataba a prestigiosos peritos y no bajaba los brazos el caso podía haberse cerrado como accidente?

-Sí, lo sé perfectamente. Cuando muere Wanda, Vásquez tenía la falta de mérito. El juez de Instrucción, Eduardo Daffis Niklison, me recibió como querellante y me dijo: “Tráigame pruebas”. Eso es absurdo, que el que debe investigar te pide que investigues. Fue lamentable. Se hizo la reconstrucción y Vásquez dijo que había encendido un cigarrillo y eso generó el fuego, cuando es imposible que la brasa de un pucho ocasiones eso. Sin embargo, Niklison le dijo a los medios que eso no cambiaba nada. Lo mismo cuando mis nietos declararon en Cámara Gesell que su mamá había dicho “me querés matar”. Niklison dijo que seguía todo igual. Fue duro todo: los médicos y enfermeras que atendieron a Wanda habían hecho un pacto de silencio que costó romper. Costó llegar a la verdad.

-El caso Vásquez generó un efecto imitativo y muchos hombres prendieron fuego a sus mujeres…

-Eso fue terrible. Desde que mi hija murió fueron quemadas 141 mujeres. Mi mujer conoció dos casos en San Justo que eran un calco del de mi hija. El de Fátima Catán nos impresionó porque había 20 coincidencias, desde la mecánica del hecho hasta la declaración del acusado. Al principio pensé que muchos agresores lo hacían por la impunidad del caso Vázquez, pero pese a que fue preso y eso podía desalentarlos, esta mimetización siguió.  Por suerte no hubo impunidad. Yo pedía verdad y justicia. La verdad me la dio el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N° 20, que si bien condenó a 18 años a Vásquez, confirmaba que había sido un homicidio. La justicia llegó con Casación y la pena a perpetua.

-¿La tragedia de Cromañón influyó en la conducta criminal de Vásquez?

-Es difícil hablar de suposiciones. Está claro que Cromañón afectó a todos, pero las tragedias no vuelven malas a las buenas personas. Hubo un antes y un después en el comportamiento de este tipo y tiene que ver con el fallo que los absolvió. Ahí empezaron a ganar una moneda porque volvieron a tocar y  sacaron un disco. Hasta ese momento, Vásquez tenía piel de cordero. Vivía a costillas de Wanda. En realidad era a costillas nuestras porque a Wanda la seguíamos manteniendo. Como ellos estaban inhibidos y no podían cobrar, lo hacían a través de un apoderado. Todos los meses, a Vásquez le entraba una moneda. Eso lo cambió. O le hizo caer el disfraz de corderito. Se mostró tal como era. La noche del crimen estuvo de joda, volvió a la casa, discutió con Wanda y pasó lo que pasó. Apareció directamente el lobo. Vásquez es un lobo, no es un cordero. Es un tipo que no tiene principios. Le importa la moneda.

-¿Qué siente por Vásquez? ¿odio, pena, indiferencia?

-Odio no siento por nadie. Es un sentimiento que nunca incubé en la vida. Siento mucha pena. No por Vásquez, sino por el final de esta triste historia. Mi hija estaba profundamente enamorada de Vásquez, daba la vida por él. Pero ella terminó muerta, en realidad terminó asesinada, y él preso de por vida. Hubiese deseado que el matrimonio funcionara y que fueran felices.

-¿Cree que Vásquez está arrepentido?

-No, Vásquez es un psicópata perverso. Me sale decir eso. No porque tenga fundamentos científicos o libros de psiquiatría en la mano. Siento que es así. ¿Sabe lo que dice él? Que no hizo nada, que es inocente. Borró lo que hizo. También nos acusa de haber armado la causa. En eso debo darle la razón: se la armamos. ¿Pero sabe con qué la armamos? Con pruebas y con la verdad. La verdad que él oculta hasta el día de hoy.

-¿Qué sintió cuando se enteró de las salidas de Vásquez con el grupo de Batayón Militante?

-Quiero aclarar que creo en la resocialización de los presos, pero siempre y cuando se analice su comportamiento, no que lo hagan salir por algún favor. Igual ahora el papá de Vásquez ya no está más en el Servicio Penitenciario Federal. Digo, a Víctor Hortel lo echaron por la fuga de presos.

-¿Lo consultan por otros casos?

-Sí, llaman mucho. Y con mi mujer Beatriz siempre estamos. Dar contención, alguna sugerencia o escuchar, nunca están de más. Luchamos contra la violencia de género pero sin bandería política. Hemos colaborado con muchos partidos, pero esto debe ser una lucha de todos.


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