La cumbre de jueces de tribunales orales federales que tuvo lugar en Villa La Angostura durante el último fin de semana dejó múltiples anécdotas y rumores para desgranar en los próximos días, cuando los tribunales ingresen en la quietud habitual antes de las grandes contiendas de la política.

El faltazo intempestivo de Ricardo Lorenzetti, los comentarios sin filtro del gobernador neuquino Sergio Sapag y, por supuesto, lo más importante para jueces y fiscales: la actualidad en los diversos fueros  de las distantas

Lorenzetti es la cabeza de un Poder cruzado por internas.

agrupaciones que le aportan calor político a la rutina del Poder Judicial.

La Cámara de Casación Penal aparece, bajo esa perspectiva, como un terreno ideal para las pujas que se dan en paralelo a los expedientes. Allí existen tres grupos definidos: los cercanos a Justicia Legítima, Alejandro Slokar y Ángela Ledesma, los cercanos a la lista Bordó, que controla la Asociación de Magistrados con acento crítico hacia el Gobierno: Luis María Cabral, Juan Carlos Gemignani, Raúl Madueño y Ana María Figueroa y  los conservadores o, mejor dicho, miembros de la familia judicial: Gustavo Hornos (que preside la Cámara), Gustavo Riggi, Liliana Catucci, Mariano Borinsky y Pedro David.

Los dos últimos grupos juegan en conjunto y suelen dejar aislados a Slokar y Ledesma. Esta última igualmente ya muestra cierta distancia de la agrupación que se referencia en la jefa de todos los fiscales, Alejandra GilsCarbó.

Menos paridad existe en los juzgados federales de primera instancia, donde se investiga al poder político y donde las identificaciones son más bien partidarias. Atienden allí los peronistas Ariel Lijo, Claudio Bonadío y  Luis Osvaldo Rodríguez, el radical Sergio Torres, el socialista/progresista Daniel Rafecas y un grupo de jueces por el momento ajenos a esos vaivenes como Alejandro Ramos, Sebastián Casanello y Julián Ercolini. El mapa lo cierran María Servini de Cubría, Norberto Oyarbide y Rodolfo Canicoba Corral que han sabido tener sus simpatías con todos los sectores de poder a lo largo de los años, aunque es cierto que Canicoba acaba de debutar, recientemente, en las filas de Sergio Massa (y Ercolini puede ser el próximo).

Gils Carbó es referente de Justicia Legítima.

El peronismo también tiene buena ascendencia entre los fiscales del fuero : Jorge Di Lello, Guillermo Marijuán, Carlos Stornelli, Raúl Plee y Fernando González forman el grupo pejotista, no cercano al Gobierno. Mientras que Miguel Osorio, recientemente ascendido a fiscal ante los tribunales orales, es el embajador de Justicia Legítima en el quinto piso de los tribunales de Retiro. Marijuán es quien está más cerca de Massa y quien aspira a puestos de relieve si el intendente de Tigre asciende en su carrera hacia la Presidencia.

Existen fueros más uniformes. El caso por excelencia es el Civil y Comercial federal, ámbito de duras derrotas para el kirchnerismo, con la Ley de Medios a la cabeza: tanto en la Cámara como en los juzgados imperan los bordó (Gustavo Recondo, Francisco De las Carreras, Graciela Medina, Oscar Guarinoni, Susana Najurieta)  y sólo hay una excepción en la figura del camarista Oscar Gusman, referente de la lista Celeste, agrupación que representa al progresismo judicial y que tiene más peso en la justicia ordinaria, tanto en el fuero criminal como en el civil.

Así como el Civil y Comercial federal  es bordó, el Contencioso Administrativo es de la familia judicial que allí se agrupa en la figura del operador Javier Fernández y el titular de la Cámara Carlos Grecco. Pocas excepciones: la radical Liliana Heiland, el camarista también radical Marcelo Duffy y la neutral María José Sarmiento.

La Cámara del Crimen es otro terreno variopinto. Tienen despacho en la calle Viamonte , el bordó Cabral (ese es su lugar original ya que subroga en Casación),  el Celeste Mario Filozoff y en la presidencia de la Cámara la titular de Justicia Legítima María Laura Garrigós de Rébori, quien ya ha mantenido varios cruces con sus colegas por su cercanía a Balcarce 50.

La lista Celeste tiene su plaza fuerte en la Cámara Nacional en lo Civil que es presidida por Patricia Barbieri y donde también atiende Claudio Kiper, una suerte de inspirador de dicha agrupación que se encuentra en busca de nuevos rumbos.

El sindicalimo se hace fuerte en el fuero laboral, donde dominan los jueces de línea directacon la CGT de Hugo Moyano como son los casos de Graciela Craig, Enrique Arias, Beatriz Ines Fontana, Víctor Hugo Pesino, Gloria Marina Pasten y Enrique Ricardo Brandolino.

Cerramos, como no puede ser de otra forma, con la Corte Suprema: se sabe que Enrique Petracchi cultiva sus simpatías con la UCR, Carlos Fayt lo hace con el socialismo, Juan Carlos Maqueda con el PJ,  en tanto Elena Highton de Nolasco ha promovido siempre a funcionarios celestes, Carmen Argibay es la representante  de la familia judicial y Ricardo Lorenzetti siempre ha jugado con el peronismo santafecino. Al margen de estos avatares y siempre más cerca de los libros, Eugenio Zaffaroni, cercano también al kirchnerismo claro.