El exjuez federal Norberto Oyarbide murió este miércoles a los 70 años, tras varias semanas de internación con coronavirus.
Fue uno de los emblemas del menemismo: jueces federales que llegaron al cargo sin concurso y que eran dependientes del Poder Ejecutivo.
Una publicación del diario La Nación reveló el 3 de mayo de 1998, que el juez protegía una red de prostíbulos con la anuencia de la Policía Federal.
En esa trama se descubrió un intento de asesinato de Luciano Garbellano, que entonces era su pareja y luego se convirtió en empresario teatral.
Pese a los escándalos, Oyarbide logró permanecer en su cargo hasta la llegada de Macri a la presidencia, cuando le sugieron que lo mejor era renunciar.
Contagio
El exjuez cursaba la enfermedad en el Sanatorio Otamendi y Miroli de esta capital, atravesando una neumonía bilateral tras contagiarse de coronavirus.
Oyarbide, nació en la provincia de Entre Ríos el 1 de enero de 1951, inició su carrera judicial como auxiliar en 1976, poco antes del golpe militar, y pasó por varios cargos -como secretario de juzgado y fiscal- hasta llegar a juez federal en 1994, durante el Gobierno de Carlos Menem.
El exjuez tuvo siempre una alta exposición pública y mediática e instruyó causas de alto impacto político, en las que incluso investigó a altas autoridades como expresidentes desde los años 90 hasta 2019.
Oyarbide tuvo alrededor de medio centenar de pedidos de juicio político por presunto mal desempeño y en 2001 estuvo a punto de perder el cargo, cuando se lo acusó de connivencia con la Policía Federal y de de proteger prostíbulos que regenteaba Garbellano.
Pero, el mismo día de los atentados a las Torres Gemelas en Estados Unidos, el Senado Nacional lo ratificó en su cargo.
La renuncia
En 2016, durante el Gobierno de Macri, Oyarbide renunció al cargo, en medio de un proceso en su contra en el Consejo de la Magistratura que iba en camino a su destitución.
La administración Macri resolvió aceptarle la dimisión en lugar de continuar con el trámite para la expulsión del entonces juez.
Durante la época del menemismo, enfrentado con Domingo Cavallo, el exministro de Economía lo señaló como uno de los «jueces de la servilleta».
Se trataba de una alusión a una serie de jueces que figuraban en un papel escrito por el entonces ministro del Interior, Carlos Corach, y que se consideraban como «propios».
En febrero de este año, Oyarbide aseguró en declaraciones a Radio 10 que el expresidente Mauricio Macri le pidió que se «inhibiera» en las causas que lo involucraban, a través de «enviados especiales» que le intentaron ofrecer dinero con ese fin, propuesta que dijo haber rechazado.
«Me pidió que me inhiba en sus casos, yo tuve la causa de las escuchas ilegales», afirmó en ese momento el exjuez, al referirse a la causa por escuchas ilegales realizadas en la Ciudad de Buenos Aires mientras Macri era jefe de gobierno porteño, y aseguró que a pesar de ese mensaje él «no se inhibió» porque «no cotizaba en Bolsa».